Salud sexual

Los 10 enemigos de una buena erección

El estrés, la baja autoestima, los kilos demás y hasta un simple enojo pueden derrumbar una noche de amor...

Por Pan-American Life
Publicado:
No hay trastornos aparentes a la vista, ni antecedentes familiares... pero, entonces, "¿qué me está pasando?", se preguntan miles de hombres que no alcanzan la erección deseada, esa que solía arrancarles una sonrisa de satisfacción. Descubre las 10 razones que pueden explicar por qué el pene dejó de responder al deseo...

1. El exceso de alcohol

Volverse un bebedor empedernido empeora la "performance" sexual. "Todo lo que es malo para tu corazón, es malo para tu sexualidad", sentencia el Servicio de Información Urológica de los Institutos Nacionales de Salud. El alcohol es de los primeros en la lista. Beber poco ayuda, beber mucho, puede resultar en desastre.

Qué son los problemas de erección

2. El estrés

Un artículo de la revista de la Academia de Médicos de Familia de Canadá explica que el estrés en el trabajo y en la casa afecta distintas partes del cuerpo, incluido el pene. Un hombre estresado, dicen, puede ver su erección afectada, y tardar hasta un 80% más de tiempo para lograr la eyaculación.

Más información
Los 10 enemigos de una buena erección - 3. La depresión

3. La depresión

Los factores psicológicos son responsables del 10% al 20% de los trastornos de disfunción eréctil. La depresión es uno de ellos, ya que afecta al individuo a nivel físico y psíquico. Un típico síntoma de la depresión, indica el Instituto Nacional de Salud Mental, es el desgano, palabra enemiga de la erección.

Más información

4. La ansiedad

Se trata de un círculo vicioso difícil de romper: la ansiedad impide una buena erección y la falta de una buena erección genera ansiedad. Según un artículo publicado en el "International Journal of Impotence Research", por esta relación compleja la ansiedad está primera en la lista de enemigos del pene.

5. La obesidad

Un estudio realizado por la Universidad de Florencia en 2,345 hombres italianos de edad media comprobó la relación directa entre obesidad y disfunción eréctil. Los científicos hallaron que, a más sobrepeso, menos producción de testosterona. Es decir, menor erección.
Los 10 enemigos de una buena erección - 6. El enojo

6. El enojo

Las peleas de pareja anulan una de las vías regias hacia la erección: la creación del momento íntimo y, por qué no, romántico. El enojo y las peleas te "hierven la cabeza", es decir, llevan sangre al cerebro, al lado opuesto del cuerpo que necesita de la sangre para elevarse en una relación sexual.

7. La baja autoestima

Muchas veces, el enemigo de una erección es... el mismo hombre, que no se quiere a sí mismo. La Asociación Psicológica Americana explica que los trastornos vinculados a la propia imagen pueden lesionar en forma severa la sexualidad.

8. Ciertas medicinas

Algunos medicamentos para tratar la presión arterial, ciertos antidepresivos y antiinflamatorios pueden afectar la erección, indica el Instituto Nacional de Salud Mental. Por supuesto está científicamente comprobado el daño que causan en la sexualidad las drogas ilegales como la cocaína y la heroína, entre otras.

9. Algunas condiciones médicas

Condiciones crónicas como la infección por VIH, la diabetes o la hipertensión complican la erección. También las cirugías de vejiga y de próstata pueden causar disfunción eréctil temporal, ya que afectan la irrigación de los vasos sanguíneos.

10. La baja libido

La Asociación Americana de Medicina define a la libido como "el interés por el sexo". La depresión, el estrés, la ansiedad, etc., pueden llevar a una pérdida de la libido, que tal vez no implica sufrir de disfunción eréctil, pero si afecta el encuentro sexual. Porque si la libido no se eleva, simplemente no hay sexo.
Los 10 enemigos de una buena erección - Animarse a consultar

Animarse a consultar

Uno de los mayores problemas es que la disfunción eréctil no siempre se diagnostica y se trata porque el hombre no quiere hablar del tema ni siquiera con su médico. Pero contarle al doctor lo que está pasando, o no está pasando, es liberador, a la vez que clave para empezar a solucionar el problema.