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El cáncer de colon es la segunda causa de muerte por cáncer en Estados Unidos. En el continente americano cada año se diagnostican 240,000 nuevos casos y mueren unas 112,000 personas por esta causa. Pero hay maneras disminuir el riesgo de que se desarrolle e incluso de prevenirlo.

En primer lugar, es importante hacerse una prueba de detección. Esta enfermedad se desarrolla a partir de un pequeño pólipo que se crece lentamente en el revestimiento del colon hasta que se convierte en cáncer y comienza a diseminarse. El proceso de crecimiento del pólipo puede tomar unos 10 años y es posible detectarlo a tiempo a través de una prueba y extirparlo antes de que sea cáncer.

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Actualmente hay muchos procedimientos de detección, siendo uno de los más populares la colonoscopia: los médicos usan un visor que tiene una cámara conectada examinar el interior del colon y si encuentran un pólipo, lo pueden extirpar en el momento. Hay otras pruebas que pueden funcionar como la que detecta sangre en las heces, la de inmunidad fecal, la sigmoidoscopia (permite ver un tercio inferior del colon), la colonoscopia virtual (es una tomografía computarizada) o exámenes genéticos de heces

Francis Giardiello, gastroenterólogo de Johns Hopkins, explica en un informe que cada tipo de proyección tiene sus pros y sus contras. Debe ser el médico oriente sobre cuál es el procedimiento adecuado, de acuerdo a las características del paciente.

“Muchos médicos recomiendan que la mayoría de las personas sanas se realicen una colonoscopia cada 10 años a partir de los 50 años, que es cuando la mayoría de los cánceres de colon comienzan a desarrollarse”, explica Giardello. Este examen es el más efectivo para detectar el cáncer de forma precoz.

Cuidado con lo que comes

En años recientes han aumentado los casos de cáncer de colon. El incremento se asocia a factores como la obesidad, el consumo de carnes envasadas, bajo consumo de fibra y poca actividad física. Aunque este cáncer se suele presentar a partir de los 65 años, la suma de estos factores puede influir en que se desarrolle en personas más jóvenes, alrededor de los 45 años de edad.

Leandro Di Paola, especialista en Gastroenterología del Instituto de Neurociencias Buenos Aires (INEBA), en Argentina, explicó en un comunicado que la obesidad, incluso en la adolescencia, podría aumentar las probabilidades de cáncer de colon en la adultez. Por eso es vital mantener hábitos de vida saludable: hacer actividad física de tipo aeróbica con regularidad, no fumar y hacer especial énfasis en la alimentación.

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El especialista argentino definió una serie de recomendaciones, desde el ámbito nutricional, para prevenir el cáncer de colon:

• Hacer cuatro comidas al día en horarios flexibles
• Desayunar y merendar lácteos descremados; cereales o panes integrales o con semillas y frutas frescas o secas.
• Evitar los productos ultra procesados.
• Usar endulzantes no calóricos y evitar el azúcar en todas sus formas.
• Almuerzos y cenas deben ser balanceados y combinar los grupos alimentarios.
• Mantener a raya el consumo de sal
  
  Hidratarse tomando de seis a ocho vasos de agua al día.

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