Cerebro y sistema nervioso

Creían que era secreción nasal pero resultó ser fluido cerebral

Una tomografía computarizada de los senos paranasales puede ayudar en el diagnótico de la fuga | Foto: GETTY IMAGES

Por Pan-American Life
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Una mujer de Nebraska pensó que su constante secreción nasal era la consecuencia molesta de alergias crónicas. Los síntomas nunca se aclararon y, a medida que pasaron los años, Kendra Jackson comenzó a preocuparse de que podría ser algo peor. Tenía razón, resultó ser una fuga de líquido cerebral.

"Cuando no desapareció, seguí yendo y viniendo a los médicos, y me recetaron todo tipo de medicamentos y mi nariz siguió igual", dijo Jackson a CNN.

A principios de este año, la mujer de 52 años fue a ver a especialistas dentro del sistema hospitalario de Medicina de Nebraska. Allí, fue diagnosticada con una fuga de líquido cefalorraquídeo, una condición en la que el líquido acuoso que rodea el cerebro se escapa a través de un agujero o rasgadura en el cráneo y luego drena hacia los oídos o la nariz, según Johns Hopkins Medicine.

Causas y síntomas

Las causas del agujero o rasgadura pueden incluir lesión en la cabeza o una cirugía cerebral o sinusal. Las fuga de líquido cefalorraquídeo también pueden ocurrir después de una punción lumbar, aunque algunas pueden presentarse sin motivo conocido.

Los síntomas de esta condición pueden incluir dolores de cabeza, secreción nasal, meningitis, alteraciones visuales o tinnitus.

Una característica clave de una fuga de líquido cefalorraquídeo es que la gran mayoría de los síntomas, si no todos, empeoran notablemente al sentarse o pararse, pero disminuyen sustancialmente y, en algunos casos, desaparecen por completo al acostarse.

Según la CSF Leak Association, las fugas de este tipo no son infrecuentes y afectan al menos a 5 de cada 100,000 personas cada año. Pueden ocurrir a cualquier edad a través de un trauma u otra lesión, mientras que la edad promedio para una fuga que se desarrolla espontáneamente es de 42 años, donde se cree que las mujeres tienen el doble de probabilidades que los hombres de desarrollar la afección.

Dependiendo de la cantidad de pérdida de fluido, las fugas de líquido cefalorraquídeo pueden ser potencialmente mortales. También colocan al paciente en un mayor riesgo de infecciones como la meningitis.


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Accidente automovilístico

En el caso de Jackson, los médicos creen que un accidente automovilístico pudo haber causado una  pequeña perforación en el cráneo que aumentó de tamaño con el tiempo.

Para tratar la afección de la mujer, los médicos realizaron una cirugía que tapó el agujero en su cráneo con tejido de la nariz y el abdomen, explicó la doctora Christie Barnes, rinóloga de Nebraska Medicine y cirujana principal del caso.

Casi un mes después de la cirugía, Jackson regresó a su hogar e informó que el goteo ha desaparecido. "Ya no tengo el goteo nasal, pero aún tengo dolores de cabeza. De hecho, me siento bastante bien y puedo dormir un poco",  destacó.

La mujer dijo que espera que su historia aumente la conciencia sobre esta afección, advirtiendo a otras personas  que "si sienten un sabor muy salado y hay algo que drena en la parte posterior de su garganta, probablemente sea algo más que alergias. Entonces vayan al médico".

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