Coronavirus covid 19

COVID-19: todos los escenarios posibles para el regreso a la escuela

| Foto: GETTY IMAGES

Por Pan-American Life
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Millones de niños y adolescentes todavía no saben cómo estudiarán este año escolar. ¿Tendrán clases virtuales? ¿Irán a la escuela? ¿Será un sistema mixto que combine clases presenciales con educación a distancia?

Gobiernos nacionales y locales debaten qué es lo más seguro para los estudiantes y para la comunidad en medio de una pandemia que ha llegado a cada rincón del planeta, desde que se registraron los primeros casos del nuevo coronavirus en diciembre, en Wuhan, China.

El desafío es avanzar académicamente cuando los casos de COVID-19 a nivel mundial siguen aumentado, y las economías reabren a riesgo de más muertes.

Los siguientes son algunos de los escenarios que se evalúan para el regreso a clases, y el debate que generan.

Volver a clase en persona

Las Academias Nacionales de Ciencias, Ingeniería y Medicina de los Estados Unidos consideran que las escuelas deben reabrir a un ciento por ciento

En el documento titulado Reabriendo la escuela de kinder hasta 12avo grado durante la pandemia de COVID-19: priorizando la salud, la equidad y las comunidades, la entidad dice que "al sopesar los riesgos para la salud de la reapertura de las escuelas K-12 en el otoño de 2020 contra los riesgos educativos de no proporcionar instrucción en persona, los distritos escolares deben priorizar la reapertura de las escuelas a tiempo completo, especialmente para los grados K-5, y para los estudiantes con necesidades especiales".

En el informe, las academias aseguran que la reapertura de escuelas beneficiará a las familias más allá de proporcionar educación, al ofrecer cuidado infantil, servicios escolares extra curriculares, comidas y otros apoyos familiares. 

Sin instrucción en persona, las escuelas corren el riesgo de que los niños se retrasen académicamente y exacerben las desigualdades educativas, enfatiza el reporte.

Especialmente en la etapa que va de preescolar hasta tercer grado, los niños todavía están desarrollando el control de su conducta, sus emociones y su atención. Por eso, para este grupo escolar las clases virtuales han sido un desafío mayor.

Algunas escuelas privadas con espacios grandes al aire libre, y una mayor movilidad de acción al tener menos alumnos, han decidido sacar las aulas al parque y tener sus clases en persona totalmente al aire libre.

Esto minimiza el riesgo de contagio, que, ya se sabe, es mayor en espacios cerrados.

Sin embargo, los sistemas de educación pública difícilmente puedan reproducir esta experiencia.

Híbrido: en la escuela y a distancia

Muchos distritos escolares están evaluando opciones mixtas que incluyan al menos dos días de clases presenciales y el resto de la semana en casa frente a una computadora.

Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC) consideran a esta opción de riesgo medio. El riesgo bajo es clases virtuales toda la semana y el riesgo alto es ir a la escuela todos los días.

Para la entidad que lidera los esfuerzos de salud pública en ese país, este sistema híbrido solo funcionaría si los días que están en clase se mantiene a los alumnos en grupos pequeños, los estudiantes permanecen en una misma aula (incluso tienen su almuerzo en ese lugar), y respetan la distancia de 6 pies (dos metros), usan máscara facial y desinfectante de manos.

COVID-19 se transmite principalmente por las gotas respiratorias liberadas cuando las personas hablan, tosen o estornudan. Se cree que el virus puede pasar a las manos desde una superficie contaminada y luego a la nariz o la boca, lo que puede causar que se contraiga el coronavirus y se desarrolle la infección.

Por eso, las prácticas de prevención personal (como lavarse las manos y quedarse en casa cuando se está enfermo) y la limpieza y desinfección ambiental son principios básicos si la decisión es volver a la escuela en persona, aunque sea parcialmente. 

Afortunadamente, hay una serie de acciones que los administradores escolares pueden tomar para ayudar a reducir el riesgo de exposición y propagación de COVID-19 durante las sesiones y actividades escolares.

Clases a distancia

Algunas comunidades ya han decidido mantener a los niños y adolescentes aprendiendo desde sus casas hasta entrado 2021.


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Esta opción es la más controversial, aunque la más segura en términos de salud pública. Sin embargo, muchos expertos e incluso padres están en desacuerdo, preocupados por la falta de socialización de los niños.

El sistema de educación virtual también ha remarcado las inequidades ya existentes: hay millones de niños que no tienen acceso a una computadora o a internet. Mientras que en países como Suiza, Noruega y Austria el 95% de los estudiantes tiene una computadora en casa que usa para hacer tarea, en Indonesia o Guatemala, el porcentaje es de menos del 34%.

Algunos creen que este movimiento no planificado y rápido hacia el aprendizaje en línea a causa de la pandemia de COVID-19, sin capacitación, ancho de banda insuficiente y poca preparación, tendrá como resultado una experiencia ineficiente que no beneficiará al desarrollo académico de los niños.

Sin embargo, otros aseguran que surgirá un nuevo modelo híbrido de educación, con importantes beneficios. "Creo que la integración de la tecnología de la información en la educación se acelerará aún más y que la educación en línea eventualmente se convertirá en un componente integral de la educación escolar", dice Wang Tao, vicepresidente de Tencent Education, una compañía de educación virtual.

Algunas experiencias

La evidencia sobre si el regreso a la escuela da como resultado una mayor transmisión o brotes es mixta. 

Por ejemplo, Dinamarca informó inicialmente un ligero aumento en los casos en la comunidad después de la reapertura de las escuelas y centros de cuidado infantil para estudiantes de 2 a 12 años, seguido de una disminución constante en los casos entre niños de entre 1 y 19 años. 

En contraste, Israel experimentó una oleada de nuevos casos y brotes en las escuelas después de reabrir y relajar las medidas de distanciamiento social; no está claro qué causó el aumento de casos y qué otras medidas de mitigación implementaron las escuelas. 

Es importante tener en cuenta el riesgo de transmisión comunitaria a medida que se vuelven a abrir las escuelas. 

La evidencia de las escuelas a nivel internacional sugiere que las reaperturas escolares son seguras en comunidades con bajas tasas de transmisión de SARS-CoV-2 (el nombre científico del nuevo coronavirus). 

Las simulaciones por computadora de Europa han sugerido que la reapertura de escuelas puede aumentar aún más el riesgo de transmisión en comunidades donde la transmisión y circulación del virus ya es alta.

Si bien los niños presentan casos leves de COVID-19 y en una gran proporción son asintomáticos, se sabe que pueden transmitir el virus. En el caso de los adolescentes, aunque también suelen no presentar síntomas, pueden transmitir el virus como los adultos.

En cualquier caso, los menores de edad pueden ser vectores de propagación del virus en la escuela (no hay que olvidar que los profesores, maestros y personal de la escuela son adultos que pueden tener afecciones preexistentes), en la comunidad y en sus casas, en donde pueden vivir personas con condiciones crónicas o adultos mayores, que están en más riesgo y son más frágiles ante COVID-19.

Qué dice la OMS

La Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que la decisión de cerrar, abrir parcialmente o reabrir las escuelas por completo debe guiarse por un enfoque de gestión de riesgos para maximizar el beneficio educativo, de bienestar y de salud para estudiantes, maestros, personal y la comunidad en general, y ayudar a prevenir un nuevo brote de COVID-19 en la comunidad.

La situación local y la epidemiología de COVID-19 pueden variar de un lugar a otro dentro de un país, y se deben evaluar varios elementos:

  • Beneficios y riesgos: ¿cuáles son los posibles beneficios y riesgos para los niños y el personal de las escuelas abiertas? Incluyendo la consideración de:
  • Tendencias de la enfermedad: ¿se informan casos de COVID-19 en el área?
  • Efectividad de las estrategias de aprendizaje remoto.
  • Impacto en poblaciones vulnerables y marginadas (comunidades desplazadas, niños que necesitan atención especial etc.)
  • Detección y respuesta: ¿pueden las autoridades sanitarias locales actuar rápidamente?
  • Colaboración y coordinación: ¿está colaborando la escuela con las autoridades locales de salud pública?
  • ¿Tiene la escuela un sistema en el cual el transporte escolarpueda seguir funcionando sin riesgo?

Además de la situación local y la epidemiología, se debe incluir una evaluación cuidadosa del entorno escolar y la capacidad de mantener las medidas de prevención y control de COVID-19 en el análisis general de riesgos. Entre ellas:

  • Capacidad de desinfección de superficies, baños, escaleras, etc. contra reloj.
  • Evaluar la toma de la temperatura a los niños y personal al llegar.
  • Capacidad de mantener la distancia social en las aulas y pasillos.
  • Promoción del uso de cubrebocas.
  • Capacidad de garantizar otros servicios esenciales como programasde vacunación y apoyo de salud mental.
  • Comunicación diaria con los padres de la comunidad escolar, para explicar acciones y decisiones.

Fuentes: OMS, CDC, Academias Nacionales de Ciencias, Ingeniería y Medicina.