El tenista número dos del mundo, Rafael Nadal dio a conocer que padece apendicitis, una enfermedad que se caracteriza por la hinchazón del apéndice. Debido a esto, su desempeño sobre la cancha no ha sido el más óptimo. ¿Sabes cómo se trata este problema?
Los problemas de salud no dejan de llegar para el tenista español Rafael Nadal. Luego que se perdió el US Open a causa de una lesión, el número dos del mundo, según la Asociación de Tenistas Profesionales (ATP), vuelve a tener malestares que no le permiten estar en su mejor condición.
En una conferencia de prensa, previo al Másters 1000 de Shangai, China, el deportista afirmó haber experimentado un principio de apendicitis el sábado 4 de octubre, el cual comenzó con un fuerte dolor estomacal que más tarde lo llevó al hospital.
Ya en el centro médico, el tenista de 28 años tuvo dos opciones, ser operado o recibir una fuerte dosis de antibióticos, a lo que Nadal eligió lo segundo, con el fin de poder participar en dicha competición.
Aunque su cuerpo comenzó a sentir una ligera mejora tras el tratamiento, el deportista admitió sentirse débil, a pesar que pasó 48 horas en cama con una dieta ligera. Sin embargo, esto no fue motivo para que no enfrentara a Feliciano López, con quien cayó en los primeros dos sets por 6-3 y 7-6.
“Por supuesto (no me siento) perfecto”, dijo Nadal tras su derrota. “Es la misma forma en que me sentía antes. Un poco más mareado ahora, pero es todo. Nada de lo que me tengo que preocupar. Cuando se pierde un partido, no es el momento para hablar de cosas obvias. Perdí. "Feli" ha jugado mejor que yo”.
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De acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina, una de las causas más comunes de la apendicitis resulta cuando el apéndice resulta bloqueado por heces, un cuerpo extraño o, en raras ocasiones por un tumor.
Uno de los síntomas más comunes de este problema es un dolor alrededor del ombligo, el cual puede ser leve al principio, pero se vuelve más agudo y grave. También es posible que también se presente inapetencia, náuseas, vómitos y fiebre baja.
Sobre el tratamiento, la mayoría de las veces el cirujano extirpa el apéndice tan pronto como se realiza el diagnóstico. En el caso de “Rafa”, él ha decidido esperar hasta final de año para entrar el quirófano, ya que aún tiene en mente participar en algunos torneos de tenis. “Mi pensamiento es continuar con Basilea, Paris y Londres”, aseguró.
Sin embargo, uno de los riesgos a los que se expone es que el apéndice pueda explotar antes que llegue la operación, lo cual retardaría más el tiempo de recuperación y podría hacerlo perder de competencias importantes como el Abierto de Australia que arranca a principios de 2015. Mientras tanto, es importante que esté en constante revisión médica.
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