Embarazo y parto

Nace el primer bebé de un útero trasplantado de donante fallecida

La niña nacida por este innovador trasplante se encuentra muy saludable. | Foto: ISTOCK

Por Inés González
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Es la primera vez en el mundo que una mujer da a luz con éxito a un bebé nacido de un útero trasplantado de una donante fallecida, marcando un hito en el tratamiento de la infertilidad. 

El complejo e histórico procedimiento fue realizado en el Hospital de Clínicas de la Escuela de Medicina de la Universidad de São Paulo, en Brasil, y se describe en un informe publicado en The Lancet.

El trasplante de útero de donantes vivos se convirtió en una realidad para tratar la infertilidad después de una exitosa serie realizada en Suecia en 2014, inspirando casos de trasplante de útero en todo el mundo. Sin embargo, no se había logrado con éxito ningún caso de parto a través de un útero de donante fallecida, lo que planteaba interrogantes sobre su viabilidad, incluida la duda sobre si el útero sigue siendo funcional después de un accidente cerebrovascular (ACV), como fue el caso de este estudio.

En Estados Unidos, el primer nacimiento exitoso de un útero trasplantado fue en diciembre de 2017. Una mujer que nació sin útero y había recibido un trasplante el año anterior, dio a luz a un bebé sano en el Baylor University Medical Center en Dallas. 

El caso de Brasil, un gran desafío médico

En septiembre de 2016, una mujer de 32 años con ausencia uterina congénita (síndrome de Mayer-Rokitansky-Küster-Hauser o MRKH]) recibió un trasplante de útero de una donante que falleció de un ACV en el Hospital de Clínicas de la Universidad de São Paulo, en Brasil.  

El síndrome de MRKH es una condición genética que afecta a una de cada 4,500 mujeres y hace que la vagina y el útero estén ausentes o no estén bien desarrollados, aunque sus genitales externos parecen normales y sus ovarios funcionan y contienen óvulos.

La donante, una mujer de 45 años, se considerada una buena candidata porque había tenido 3 partos vaginales durante su vida, no había padecido ninguna enfermedad sexual y su tipo de sangre coincidía con el de la receptora del útero. 

Tras realizar el trasplante, la receptora mostró una recuperación satisfactoria y fue dada de alta después de 8 días de observación en el hospital. 

A los 37 días después del trasplante de útero tuvo el primer período y continuó con ciclos menstruales normales. Transcurridos unos 7 meses, los médicos implantaron un embrión crioconservado.

De la esperanza a la realidad

El embarazo fue exitoso, sin episodios de rechazo después del trasplante o durante la gestación. El 15 de diciembre de 2017, tras 36 semanas, nació una niña que pesaba 2,550 kg (casi 6 libras). 


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A la edad de 7 meses y 20 días -cuando se publicó este caso-la pequeña estaba siendo amamantada y pesaba casi 16 libras. Celebrará su primer cumpleaños muy pronto, dijeron los autores del estudio, y tanto la madre como la niña se encuentran muy saludables.

El útero se extirpó en el mismo procedimiento quirúrgico del parto y se suspendió la terapia inmunosupresora, escribieron los Dres. brasileños Dani Ejzenberg y Wellington Andraus, líderes del equipo que realizó todo el proceso quirúrgico.

El equipo siguió los protocolos establecidos por el Dr. Mats Brännström y sus colegas de la Universidad de Gotemburgo en Suecia, donde se realizó el primer trasplante exitoso de útero de un donante vivo, en 2013. La madre receptora dio a luz en 2014. 

Este caso, sin embargo, es muy diferente. “A nuestro entender, es el primer caso mundial de parto vivo después de un trasplante uterino en una paciente con síndrome de MRKH, cuyo órgano proviene de una donante fallecida. Los resultados establecen una prueba de concepto para el tratamiento de la infertilidad uterina mediante el trasplante de una donante fallecida, abriendo un camino hacia un embarazo saludable para todas las mujeres con infertilidad de factor uterino, sin necesidad de donantes vivas” escribieron los autores.

El Dr. Andrew Shennan, profesor de obstetricia en el Kings College de Londres, en Inglaterra, quien no participó en el estudio, dijo a Science Media Center que este caso "abre la posibilidad de que las mujeres donen su matriz después de la muerte, como ocurre con muchos otros órganos". Y "en lugar de depender de donantes vivos, un sustituto o adopción, las mujeres que no pueden ser madres debido a la infertilidad del factor uterino, pronto podrían tener otra opción” expresó.

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