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La Clínica Mayo define a la sarcoidosis como una enfermedad inflamatoria que afecta a varios órganos del cuerpo, generalmente los pulmones, los ganglios, los ojos y la piel. En ellos se forma una cantidad anormal de nódulos; los mismos son porciones inflamadas de tejido denominadas granulomas. Cuando afectan un órgano, los granulomas pueden alterar su estructura y funcionamiento.

Habitualmente el sistema inmunológico ayuda a proteger el cuerpo ante el ingreso de sustancias extrañas y microorganismos como bacterias y virus. Los médicos creen que la sarcoidosis se origina cuando las células del sistema inmunológico reaccionan a alguna sustancia, que puede estar en el aire que se inhala, por ejemplo.

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Esta enfermedad aún no tiene cura, pero muchos afectados reaccionan bien a un tratamiento simple. En general se remite por sí sola, pero los síntomas pueden durar años y a veces llegan a dañar el órgano afectado.

La Clínica Mayo indica que hay algunos factores que aumentan el riesgo de contraer la enfermedad:

* Edad y sexo: entre los 20 y los 40 años aumentan las chances de contraerla, en especial entre las mujeres.

* Raza: las personas de origen afroamericano tienen más probabilidad de contraerla que los americanos blancos.

* Historia familiar: se es más propenso a desarrollarla si lo ha hecho alguien del entorno familiar.

Señales y síntomas

La enfermedad se desarrolla gradualmente y produce síntomas que pueden durar años; éstos pueden variar según los órganos involucrados. Algunos pacientes sienten fatiga, fiebre, nódulos hinchados y pérdida de peso. La mayoría presenta problemas pulmonares, que pueden incluir tos seca permanente, falta de aliento, dolor de pecho y respiración entrecortada. 

Hay otros síntomas más específicos que dependen del órgano afectado. 

• Ojos: aunque puede no haber síntomas, algunos pacientes manifiestan tener visión borrosa, dolor ocular, enrojecimiento exagerado y sensibilidad a la luz.
• Piel: el 25% de los pacientes tiene picazón y le aparecen bultos rojizos o púrpura en las canillas o los tobillos, que son calientes al tacto. Puede irritarse la nariz, mejillas u orejas, y la piel puede cambiar su color y volverse más clara o más oscura. También pueden formarse nódulos o bultos, en especial alrededor de cicatrices o tatuajes.
• Huesos y articulaciones: pueden doler manos y pies, y se pueden hinchar los tobillos u otras articulaciones.
• Bazo, hígado y riñones: puede haber fiebre o dolor abdominal y en la zona de las costillas. También puede afectar en la forma en que el organismo procesa el calcio, perjudicando los riñones. 
• Corazón: un granuloma en el corazón puede interferir con las señales eléctricas que regulan los latidos. Esto podría afectar el ritmo cardiaco normal, y en algunos casos, hasta causar la muerte. 
• Glándulas salivares. la cara se hincha y la boca y la garganta se pueden volver extremadamente secas.
• Sistema nervioso: hay pocos casos en los que la sarcoidosis afecta el sistema nervioso central. Pero se pueden formar granulomas en el cerebro o la espina dorsal.

Diagnóstico y tratamiento

La sarcoidisis puede ser difícil de diagnosticar porque en su primera etapa produce pocos signos y síntomas. No hay tests para diagnosticarlo, por eso el médico tiene que hacer varias pruebas, como radiografías de pecho, pruebas de funcionamiento pulmonar, biopsia de tejidos y examen ocular, entre otras.

Cuando no hay signos y síntomas de importancia no hace falta tratamiento. En general la enfermedad remite por sí sola aunque el paciente debe ser controlado por el médico. Si se ve amenazada la función de algún órgano puede indicar medicación o incluso una cirugía.

Como es vivir con sacrcoidosis

Muchas personas pueden hacer vida normal y continuar con sus actividades sociales intelectuales, artísticas y atléticas. Pero los síntomas pueden recrudecer o empeorar sin que el enfermo lo note. Por eso es necesario que se realice controles frecuentes, que haga ejercicio, no fume y evite estar en contacto con sustancias que puedan afectar los pulmones como polvo, químicos y humo.