Salud mental

Qué es la esquizofrenia y cómo tratarla

| Foto: GETTY IMAGES

Por Pan-American Life
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La esquizofrenia es una afección cerebral crónica, cuyos principales síntomas son los delirios y las alucinaciones, junto con problemas para hablar de manera coordinada, dificultad para pensar y falta de motivación.

Aunque no tiene cura, hay tratamientos farmacólogicos eficaces que, junto con la terapia, permiten que la persona tenga una vida normal.

Antes, una forma de la esquizofrenia se denominaba esquizofrenia paranoide. Ahora, se considera que la paranoia es un síntoma de esta afección, pero no una condición en sí misma.

Causas de la esquizofrenia

La ciencia todavía no ha podido determinar qué causa la esquizofrenia. 

Sí se ha llegado a un consenso de que puede dispararse por una combinación de alteraciones genéticas, de alteraciones químicas que ocurren a nivel cerebral, y de un medio ambiente específico. 

Las resonancias magnéticas, y otros estudios de imágenes de personas con diagnóstico de esquizofrenia, muestran diferencias en la estructura del cerebro y el sistema nervioso central.

Estas características hacen que la esquizofrenia se defina como una enfermedad cerebral, bajo el campo médico y no exclusivamente psicológico.

Muchas veces, la esquizofrenia afecta a generaciones de una misma familia. Sin embargo, si un miembro de la familia, por ejemplo un padre, tiene un diagnóstico de esquizofrenia, eso no significa que el hijo lo tendrá. 

Síntomas de la esquizofrenia

Los especialistas dividen a los síntomas de la esquizofrenia en tres categorías.

Síntomas psicóticos 

Incluyen alteraciones de la percepción como cambios en la visión, la audición, el sentido del olfato, el tacto y el gusto. La persona puede tener un sentido de la realidad distorsionado, como si percibiera una realidad alternativa. Entre estas percepciones se pueden enumerar:

  • Alucinaciones. Como escuchar voces o ver personas u objetos que en realidad no están presentes o no existen.
  • Delirios. Cuando la persona está convencida de una creencia que no está basada en hechos, como por ejemplo la paranoia de que alguien la persigue, o que internet o la televisión le envían mensajes de misiones que debe cumplir.
  • Desórdenes del pensamiento. La persona no puede organizar sus ideas o su discurso.

Síntomas negativos 

  • Falta de motivación. La persona pierde interés en cosas que antes le interesaban.
  • Distanciamiento de amigos y familia. La persona ya no participa de reuniones sociales o no busca a los afectos que antes formaban parte de su vida.
  • Incapacidad de sentir afecto. La persona no demuestra sentimientos o emociones.
  • Cambios dramáticos de estados de ánimo. De casi un estado catatónico o comatoso a la irracional hiperactividad.

Síntomas cognitivos

  • Dificultad para cumplir con tareas. El trabajo, la escuela, son ahora cargas difíciles de sobrellevar.
  • Dificultad para procesar la información. A la persona le cuesta coordinar u organizar su conocimiento y eso construye barreras para tomar decisiones.
  • Dificultad para enfocar. La persona pierde la capacidad de concentración, lo que también complica procesos académicos y laborales.

Cifras de la esquizofrenia

A nivel mundial, la Organización Mundial de la Salud (OMS) informa que unas 20 millones sufren de esquizofrenia. 

La misma fuente indica que la incidencia de esta condición es mayor en países de Asia: Indonesia es la nación con más casos. En Latinoamérica, los 10 países con más casos son Uruguay, Nicaragua, Cuba, Honduras, Brazil, México, República Dominicana, Guatemala, El Salvador y Chile, en ese orden.

En los Estados Unidos, por ejemplo, 2.6 millones de adultos viven con esquizofrenia, el 40% de los cuales no  suele recibir tratamiento.

Diagnóstico de la esquizofrenia

La aparición de la esquizofrenia no ocurre de un día para otro. Es un proceso que puede llevar un tiempo, en general unos seis meses, durante el cual la persona va mostrando un deterioro progresivo de sus funcionales sociales, lógicas y cognitivas, entre otras. 

Por eso el diagnóstico se realiza cuando ya los síntomas son incuestionables, y no se pueden confundir con algo temporal.

Para llegar a un diagnóstico de esquizofrenia, el médico evaluará al paciente: hará un examen físico, revisará su historia clínica e indicará estudios radiológicos.

La persona deberá haber presentado por lo menos dos de los síntomas más característicos (descriptos al principio del artículo) por un período de al menos un mes.


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Diferencia con el trastorno de identidad disociada

Aunque algunos de los signos pueden parecer similares en la superficie, la esquizofrenia no es un trastorno de identidad disociada (que solía llamarse trastorno de personalidad múltiple o personalidad dividida). 

Las personas con trastorno de identidad disociativo tienen dos o más identidades distintas que están presentes y que alternativamente toman el control de ellas.

Factores de riesgo

Genéticos: la esquizofrenia a veces es hereditaria. Sin embargo, el hecho de que un miembro de la familia tenga esquizofrenia no significa que otros miembros de la familia también la tendrán. Estudios sugieren que muchos genes diferentes pueden aumentar las posibilidades de que una persona desarrolle esquizofrenia, pero que ningún gen por sí solo causa el trastorno.

Ambientales: La investigación sugiere que una combinación de factores genéticos y aspectos del ambiente de una persona y las experiencias de vida pueden desempeñar un papel en el desarrollo de la esquizofrenia. Estos factores ambientales pueden incluir vivir en la pobreza, entornos estresantes o peligrosos, y la exposición a virus o problemas nutricionales antes del nacimiento.

Estructura y función del cerebro: las investigaciones muestran que las personas con esquizofrenia pueden tener más probabilidades de tener diferencias en el tamaño de ciertas áreas del cerebro y en las conexiones entre las áreas del cerebro. Algunas de estas diferencias cerebrales pueden desarrollarse antes del nacimiento. Los investigadores están trabajando para comprender mejor cómo la estructura y función del cerebro pueden relacionarse con la esquizofrenia.

Tratamiento de la esquizofrenia

Medicamentos

Los medicamentos antipsicóticos pueden ayudar a reducir la intensidad y frecuencia de los síntomas psicóticos. Por lo general, se toman a diario en forma de pastillas o líquida.

Las nuevas generaciones de medicamentos permiten que algunos fármacos se administren en forma de inyecciones una o dos veces al mes, lo que para algunas personas es más conveniente que las dosis orales diarias. 

Los pacientes cuyos síntomas no mejoran con la medicación  estándar generalmente reciben clozapina, bajo estricto seguimiento médico y con análisis de sangre frecuentes debido a complejos efectos secundarios. Estos efectos secundarios los suelen desarrollar entre el 1% y el 2% de los pacientes que reciben esta medicación.

Muchas personas que toman medicamentos antipsicóticos tienen efectos secundarios como aumento de peso, sequedad de boca, inquietud y somnolencia cuando comienzan a tomar estos medicamentos. Algunos de estos efectos secundarios desaparecen con el tiempo, pero otros pueden persistir, lo que puede hacer que interrumpan su medicación. 

Dejar la medicación repentinamente puede ser peligroso y puede empeorar los síntomas de la esquizofrenia. Las personas no deben dejar de tomar medicamentos antipsicóticos sin antes consultar con un proveedor de atención médica.

Terapia psicológica

La terapia cognitiva y del comportamiento ayuda a la persona que vive con esquizofrenia a poder tener una vida social, laboral e interfamiliar normal.

La persona que consistentemente permanece en terapia tiene menos probabilidades de sufrir crisis a causa de la esquizofrenia.

Expertos dicen que esta consistencia es esencial para que las personas con este diagnóstico puedan cumplir con metas de vida como terminar la escuela, tener un trabajo y una relación afectiva.

La importancia del apoyo familiar

Programas especiales ayudan a los familiares de la persona con esquizofrenia a apoyarla y a actuar en momentos de crisis.

Este apoyo es esencial especialmente en los momentos en los que el paciente pierde conciencia de la realidad.

Los familiares son entrenados en el conocimiento de los síntomas, acciones y reacciones de la persona con esquizofrenia para poder ayudarla sin temor a síntomas que son fuertes de observar.

Fuentes: American Psychiatry Association, Clínica Mayo, NIMH, OMS, NY Langone Health.