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Por ggarcia@holadoctor.net
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Es una protuberancia que se forma en el borde externo del dedo gordo cuando éste se tuerce hacia el dedo contiguo. Es más común en las mujeres y puede ser hereditario.



La Biblioteca de Nacional de Medicina de los Institutos Nacionales de la Salud de EE.UU. explica que un juanete es una protuberancia que se origina cuando el dedo gordo se inclina en dirección al dedo contiguo. Esto hace que se forme una protuberancia en su borde externo.

Según informa la Sociedad Americana de Ortopedia de Pies y Tobillos (AAOS), son más comunes en las mujeres, de hecho, en EE.UU. más de la mitad tiene juanetes. La mayoría de las veces se forman por usar zapatos ajustados, muy angostos o con tacos altos. 

Pueden ser hereditarios, y a medida que la protuberancia se hace más notoria se puede volver doloroso. Comienza a crecer un hueso extra en la base del dedo gordo, la piel de la base del pie y también la del dedo gordo se ve enrojecida, y puede aparecer un saco lleno de líquido llamado bursitis.

Cuando aparece un juanete el dedo gordo se puede llegar a montar por encima del segundo, o ubicarse por debajo de éste; también puede ocurrir que luego el segundo dedo se monte sobre el tercero, dando al pie una apariencia extraña que además impide caminar con soltura. 

Si hay juanetes las articulaciones empiezan a doler, en especial con el uso de calzado, por eso es conveniente utilizar unas almohadillas de fieltro, esponja o silicona para proteger la zona. Las mismas se pueden conseguir en una farmacia o un comercio especializado en ortopedia. 


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Normalmente los juanetes se pueden solucionar sin cirugía, si se empieza a utilizar calzado holgado y cómodo. La AAOS recomienda evitar los zapatos que queden chicos, que tengan una punta muy pronunciada o un taco de más de 2 ¼ pulgadas (unos 6 cm). 

Si con estos recaudos no fuera suficiente o en caso de mucho dolor o de no poder caminar, se puede solucionar mediante una cirugía. La misma ubica en la posición correcta los huesos, ligamentos, tendones y nervios del pie, pero la recuperación es larga y se puede llegar a sentir hinchazón y rigidez en la zona. Tras la cirugía, queda bastante sensibilidad y es improbable que la persona quiera volver a usar calzado estrecho o de taco alto. 

En niñas y adolescentes de entre 10 y 15 años pueden llegar a formarse juanetes, pero no se aconseja la cirugía a menos que haya un dolor intenso. Por eso conviene vigilar que usen el calzado del talle y el estilo adecuado para evitar complicaciones.