Azúcar de agave: ¿adiós a la obesidad y la diabetes?

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Por ggarcia@holadoctor.net
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Puntos Clave

  • El agave produce un azúcar que el organismo humano no puede metabolizar
  • Se puede utilizar como endulzante suave
  • Según pruebas en roedores, ayuda a bajar de peso


Un estudio presentado en la Sociedad Americana de Química (ACS) propone utilizar la planta de agave - utilizada para la elaborar tequila – como una alternativa para controlar la diabetes y la obesidad. Investigaciones realizadas en roedores demostraron que la agavinas o azúcares derivados del agave, estimulan la producción de insulina y ayudan a bajar los niveles de azúcar en la sangre. En las pruebas también se observó una baja de peso en ratones obesos.

El estudio fue realizado por Mercedes G. López, del Centro de Investigación y Estudios Avanzados, Biotecnología y Bioquímica Irapuato, en Guanajuato, Méjico. Según manifiestan los expertos, a diferencia de la sacarosa, la glucosa y la fructosa, que son los azúcares de consumo habitual, las agavinas no son absorbidas por el cuerpo, por eso no elevan los niveles de glucosa de la sangre.

Las agavinas, también conocidas como fructanos de agave, son moléculas de azúcar que el organismo humano no puede digerir. Según un extracto del estudio, las agavinas tienen un gran potencial como endulzante suave, ya que son altamente solubles, tienen un bajo índice glucémico y sabor neutro.

La noticia más importante es que el organismo humano no lo puede metabolizar, por eso es una buena solución para el consumo de personas obesas o con diabetes. También aportan fibra al organismo, que contribuye a aumentar la saciedad y sentir menos apetito, factores que ayudan a controlar el peso.


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Si bien es un anuncio promisorio, aún falta mucho para suponer que es la solución ideal contra la obesidad, ya que las investigaciones solo fueron hechas con roedores y hacen falta más estudios para averiguar si son efectivas y seguras en humanos.

Por otra parte, las agavinas no tienen un sabor tan dulce como la sacarosa, la fructosa y la glucosa, y muchas personas tienen intolerancia a este tipo de fibra, y pueden llegar a tener problemas digestivos. Y cabe aclarar que no son lo mismo que el “néctar de agave”. Este último es un endulzante natural cada vez más popular, que se consume como sustituto del azúcar, pero aporta calorías y eleva los niveles de glucosa en el organismo.