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Un informe reciente de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) reveló que las escuelas estadounidenses fomentan cada vez más los hábitos saludables. Los datos surgen de un estudio realizado durante 6 años en escuelas del ciclo elemental al superior, donde se comprobó que se imparten más clases de actividad física y hay una mayor oferta nutricional en las escuelas.

A pesar de que las cifras suenen alentadoras, muchos estudiantes se muestran a disgusto a la hora de comer en la escuela y fruncen la nariz ante las bandejas de la cafetería. La situación es preocupante y algunas instituciones han abandonado los programas del gobierno de alimentación saludable, y otras tienen la intención de hacerlo en el corto plazo.

Los alimentos elaborados con harinas de grano entero, las frutas y los vegetales no son del agrado de los estudiantes, y al dejarlas de lado ocasionan pérdidas económicas en las cafeterías. Por eso muchas escuelas han decidido abandonar el programa nacional, que reembolsa dinero en efectivo a quienes sirvan comidas saludables. ¿Cuál es el argumento? Que el reembolso del gobierno no es suficiente para compensar las pérdidas, ya que muchos estudiantes evitan comer en la escuela, llevan comida de sus casas o se quedan sin comer.

En algunos colegios se ha optado por abandonar el programa para dejar de perder dinero, y han incorporado otros platos. Las quejas de los estudiantes son diversas: las porciones resultan pequeñas o no son de su agrado, y es común ver como las manzanas y las peras van, intactas, de las bandejas a la basura. 

La doctora Janey Thornton, del Departamento de Alimentos, Nutrición y Servicios al Consumidor está al tanto de la medida adoptada en algunos distritos. Aún así se muestra optimista sobre los resultados del programa a largo plazo, y explica que muchos de esos niños “nunca vieron o probaron antes algunas de la frutas o vegetales que se les sirven, y toma tiempo adaptarse y aprender”.

La Asociación de Nutrición Escolar determinó que el 1 % de los 521 distritos nutricionales abandonaron el plan nacional, y otro 3 % tendría intenciones de hacerlo. Sin embargo, no todos los distritos pueden solventar esa decisión ya que se quedarían sin el subsidio del estado, afectando a muchos jóvenes de bajos recursos. 

Un grupo de estudiantes del condado de Wallace, en Sharon Springs, Kansas, se mofó del programa estatal con una canción que parodiaba el hit “We are young” (Somos jóvenes), cantando en su lugar “We are hungry” (tenemos hambre). Las quejas continúan y el gobierno se enfrenta ahora ante una difícil encrucijada. ¿Qué habrá ahora en MiPupitre?