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No son pocos los estudiantes que consideran “horribles” las opciones saludables de almuerzo que se les ofrece en la escuela pública. En general aprueban la propuesta del gobierno de mejorar la calidad nutricional de estos alimentos, pero les parece que no lo están haciendo del todo bien ya que muchos prefieren no comer nada antes que aceptar “eso”. 

El Programa Nacional de Almuerzos Escolares designa una partida de dinero para cubrir el almuerzo en las escuelas. Para los establecimientos educativos, el mismo puede ser representar un costo cero o reducido según se ajusten a ciertos lineamientos federales incluidos en las guías nutricionales.

Entre los requisitos de un alimento “saludable”, figura la inclusión de harinas de grano entero, proteínas, bajo nivel de sodio, lácteos bajos en grasa, frutas y verduras. Las harinas de grano entero llegaron a la pizza, rolls, bizcochos, pastas y tortillas, y si bien algunos las aceptan, las pastas aún representan un problema ya que requieren una cocción distinta y la mayoría de las veces terminan en la basura ya que nadie las come. Lo mismo ocurre con las frutas y verduras: quedan intactas en las bandejas porque a ningún alumno parecen gustarles. 

Estos menúes causaron que muchos niños lleven el almuerzo desde sus casas, ya que manifestaban “quedarse con hambre”. Además, las máquinas expendedoras aún no lograron conseguir productos que se ajusten a los requisitos del gobierno, de modo que es difícil que puedan completar  su almuerzo solo por esa vía.

• Ley promueve almuerzos escolares saludables

Sin embargo, no se puede decir que Michelle Obama sea la única "responsable". Los niños tienen entre 2 y 5 opciones de menú, y todos ellos tienen que incluir una fruta o una verdura. Pero muchas veces los concesionarios de la cafetería del colegio no hacen bien su tarea, las comidas no se preparan de un modo que se vean atractivas y del gusto del público más joven. El resultado es esperable: la comida tiene un aspecto poco tentador, y nadie quiere “sacrificarse” e hincarle el diente. 

Según Associated Press, algunos directores de escuela desean que el Departamento de Agricultura sea un poco más permisivo, para que los estudiantes no desperdicien la comida. La Asociación de Nutrición elevó un petitorio al Congreso para que permita utilizar solo con un 50% de grano entero, no reducir los niveles de sodio y eliminar la exigencia de que los niños coman frutas o vegetales. 

Hasta ahora el Departamento de Agricultura ha mostrado flexibilidad en el tema, ya que en 2012 aceptó aumentar los porcentajes de proteínas y granos ya que los estudiantes se quejaban de quedarse con hambre. Habrá que ver cuánto más está dispuesto a ceder.