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El Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley en conjunto con la Biblioteca Nacional Lawrence Livermore, la Universidad de California y la Universidad de Bradford, en el Reino Unido, investigaron los efectos de la dieta en la calidad del esperma y la fertilidad masculina.

El trabajo fue publicado en el journal internacional Fertilidad y Esterilidad, dirigido a especialistas en la materia como obstetras, ginecólogos, urólogos y otros. El objetivo era buscar la relación entre el consumo de micronutrientes y la infertilidad. Se contó con la colaboración de 80 voluntarios de entre 20 y 80 años, no fumadores y sin problemas de fertilidad. Éstos completaron formularios donde indicaron su edad, sexo, raza y hábitos alimentarios, y entregaron una muestra de esperma para determinar su calidad o nivel de fertilidad.

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Los voluntarios recibieron dosis diarias de micronutrientes como vitamina C, E, folatos, zinc y betacarotenos y se realizaron nuevas pruebas de esperma. De lo observado en el laboratorio surgió que quienes consumieron más vitamina C resultaron tener un 16 % menos de probabilidades de sufrir daños en su esperma, al igual que quienes consumieron mayor cantidad de antioxidantes como la vitamina E, folatos, zinc y betacarotenos.

A su vez, los hombres mayores de 44 años revelaron tener más posibilidades de sufrir deterioros en la calidad de su esperma, aunque este daño se puede atenuar con el consumo de antioxidantes. De todos modos, no lograron determinar una causa y efecto entre los datos obtenidos, además de que el estudio involucró a pocos casos.

Si bien tras los hallazgos no se recomendó el consumo de algún tipo de alimentos en particular, los científicos aseguraron que algunos micronutrientes podrían incidir en la calidad del esperma. Y como ésta se ve afectada por el paso de los años, una dieta con altos niveles de antioxidantes y micronutrientes puede atenuar el riesgo.

Últimamente se le atribuyen propiedades casi “milagrosas” a las frambuesas para mejorar la fertilidad masculina, pero se trata de una fruta como tantas otras, que benefician al organismo con su aporte de vitamina C. Para asegurar una buena calidad reproductiva, está probado que una dieta balanceada con muchas frutas y vegetales puede mejorar el estado físico general, incluso en lo que atañe a la salud reproductiva. Para estos casos, también ayuda dejar de fumar, tener un peso saludable, moderar el uso de alcohol y evitar el uso de drogas como el cannabis o marihuana.