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Un clásico libro de la literatura argentina, el “Martín Fierro”, relata las desventuras de un personaje de las pampas, el gaucho. En uno de sus pasajes, escritos en verso, enuncia: 

“En semejante ejercicio 
se hace diestro el cazador:
cae el piche (*) engordador,         
cae el pájaro que trina;
TODO BICHO QUE CAMINA
VA A PARAR AL ASADOR 

* mamífero

Esta afirmación sugiere que cualquier animal es bueno para ser asado y comido. En esto parece estar de acuerdo la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) que recomendó incluir las medusas en la dieta para evitar su proliferación en los mares. En un reciente informe publicado en Roma, la organización enuncia “Si no puedes luchar contra ellas, cómetelas”. 

La sugerencia la provocó la evidencia de que esta especie se ha convertido en una gran amenaza para los peces, ya que se alimenta de sus huevos y sus larvas. El fenómeno ya ha causado una merma en la fauna ictícola del Mar Negro y el Mediterráneo, y el principal culpable sería el hombre. Según explica Ignacio Franco, investigador del Instituto Español de Oceanografía, la abundancia de medusas se debe a la contaminación orgánica del mar con fertilizantes agrícolas, y a la sobrepesca de sardinas y boquerones, que compiten con las medusas por el alimento. "Un océano de medusas" está en camino de suplantar a "un océano de peces", previenen los expertos.

La propuesta de la FAO no es descabellada, ya que en algunos países, en especial los asiáticos, se ingieren todo tipo de proteínas, ya sean mamíferos, moluscos e insectos. De hecho, esta organización ya había sugerido la ingesta de insectos como solución posible para combatir el hambre en el mundo. Las medusas no son la excepción, y se cotizan muy bien en el mercado gastronómico asiático, donde se las incluye en platos delicados y exóticos. Algunas variedades como las anémonas también son muy valoradas en la gastronomía del Mediterráneo.

Además de su valor alimenticio, las medusas tienen moléculas activas que la biotecnología puede explorar y aprovechar, en especial en el campo de la estética y la medicina. Hay una especie casi “inmortal” capaz de revertir el proceso de envejecimiento, y según sugiere la FAO, se podría utilizar para elaborar productos regenerativos para los seres humanos, que se podrían aplicar en tratamientos anti edad y contra el cáncer.