Cerrar

No es un dato que llame mucho la atención. De hecho, es una de las excusas que da la mayoría a la hora de explicar porqué sigue engordando. Sin embargo, el estudio realizado por la Escuela de Medicina de Harvard ha logrado identificar con precisión la diferencia exacta entre llevar una dieta basada en frutas y verduras, con respecto a otra con alimentos procesados y refinados.

La diferencia es de $1,50. El dato equivale a la diferencia que gasta cada individuo por día, si respeta una plan de alimentación saludable, según publica Karen Feldscher, del Departamento de Salud Pública de esa universidad. 

Para el estudio, que será publicado en línea en el British Medical Journal (BMJ), los investigadores compararon 27 trabajos de investigación de 10 países con altos ingresos que incluían precios de alimentos saludables con otros que no son tan saludables. La comparación tuvo en cuenta las diferencias en precios por porción y cada 200 calorías de determinadas comidas, también los costos por día y por cada 2,000 calorías. 

“La gente con frecuencia argumenta que los alimentos saludables son más costosos, y esos costos limitan mejores hábitos alimenticios”, explicó el líder del estudio Mayuree Rao, del Departamento de Epidemiología de la Escuela de Salud Pública de Harvard. “Pero hasta ahora la evidencia científica para este concepto no había sido evaluada sistemáticamente, tampoco se contaba con la diferencia exacta”. 

Los investigadores encontraron que las opciones más saludables –por ejemplo las dietas ricas en frutas, vegetales, pescado y nueces- cuestan significativamente más que las que no son tan saludables (por ejemplo, las que incluyen alimentos procesados, carnes y granos refinados). En promedio, una dieta basada en alimentos saludables cuesta $ 1,50 más por día. 

Cómo bajar los costos

Los responsables de la investigación sugirieron que una de las razones por las que la comida poco saludable es más económica podría estar relacionada con las políticas alimenticias se han focalizado en la producción de alto volumen de alimentos, a bajo costo, lo que conduce a “una red compleja de granjeros, almacenamiento, transporte, procesamiento, manufactura y marketing que favorece las ventas de los productos procesados”. 

Según los científicos que realizaron este estudio, si se crearan condiciones similares para la producción de alimentos saludables se incrementaría la capacidad –y se reducirían los precios- de más dietas saludables. 

“Este estudio permite tener el panorama más completo que existe en la actualidad sobre las diferencias de costos”, dijo Darjush Mozzaffarian, uno de los autores del estudio y profesor del HSPH y la Escuela de Medicina de Harvard. “Mientras es cierto que las dietas más saludables cuestan más caro, la diferencia es menor a lo que la gente esperaba. Durante un año, la diferencia de $ 1,50 de comer en forma saludable aumenta el gasto en comida de una persona en $ 550 por año. Esto representa un verdadero presupuesto para las familias y se necesitan políticas que ayuden a bajar estos costos”.