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EE.UU.: mujer de Florida recibe un ojo biónico

Bascom Palmer Institute

Por Inés González
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Después de 16 años de estar ciega, Carmen Torres puede ver gracias a un innovador sistema de ojo biónico implantado por un equipo quirúrgico del Bascom Palmer Eye Institute, de Florida.



Carmen Torres (foto, a la derecha) de 61 años, empieza una nueva vida donde las formas y los colores adquieren sentido de nuevo para ella. Había quedado ciega a los 45 años por una Retinitis Pigmentaria grave (RP), y ahora está recuperando parte de la visión.

Ella es la primera paciente de Florida en recibir el sistema de prótesis de retina Argus II, que proporciona estimulación eléctrica a la retina y restaura la percepción visual.

Actualmente, el sistema Argus II, también llamado ojo biónico hasta por los médicos, sólo está aprobado para el "uso compasivo" en los pacientes con pérdida severa de la visión debido a la RP avanzada, específicamente de percepción de la luz.

El dispositivo Argus II, de la compañía Second Sight Medical Products Inc., con sede en California, tiene la esperanza de poder ayudar con el implante a los pacientes con otros problemas de la retina, como la degeneración macular relacionada con la edad, y está en fase de prueba para esa condición en Reino Unido. En el mundo, alrededor de 100 pacientes recibieron un ojo biónico hasta ahora.

El procedimiento quirúrgico del implante se llevó a cabo en noviembre en el Bascom Palmer Institute, integrante de UHealth, de la Universidad de Miami.

"Estoy muy contenta con los resultados de este nuevo procedimiento", dice Torres, quien ahora es capaz de localizar las puertas y ventanas, ver las aceras y los edificios, y ver las estrellas desde el jardín de su casa de Tampa en la noche. "Puedo ver a mi nieto rodar una pelota por la alfombra en mi sala de estar, atraparla y devolvérsela. También me encanta la forma en que se ven mis ojos" declaró emocionada.

“Sólo las instituciones como el Bascom Palmer Eye Institute tienen los recursos y la capacidad para ayudar a los pacientes con problemas visuales muy difíciles como Carmen", dijo Eduardo Alfonso, MD, Director de esa institución. Él estima que más de 30 profesionales, incluyendo médicos, científicos, investigadores, enfermeras y técnicos, participaron en algún aspecto del proyecto del ojo biónico.

La historia de Carmen

Nativa de Puerto Rico, ella no pensaba en su visión hasta que le diagnosticaron RP a los 18 años. "Yo continué con mi vida, conducía un coche, iba a la universidad y formé una familia", dijo. Pero comenzó a ver cada vez menos y quedó ciega a los 45 años "Yo tenía una hija en la universidad, otro en la escuela secundaria y un pequeño en el kinder. Llegó un día en que no pude verme a mí misma en el espejo” declaró.

Varios oftalmólogos le dijeron que no había cura para la RP, pero Carmen se negó a renunciar a la esperanza y empezó a investigar la posibilidad de conseguir un ojo artificial. "Cuando me enteré de que el sistema Argus II había sido aprobado en los EE.UU., me levanté de un salto y me animé" contó.

Torres se acercó a Bascom Palmer Institute, donde le realizaron muchas pruebas y finalmente le dijeron que era una candidata perfecta para el implante. Su sueño estaba cada vez más cerca.

Cómo funciona el ojo biónico

El sistema Argus II incluye varios componentes, un hardware usado por el paciente y una prótesis implantada quirúrgicamente alrededor y dentro del ojo. 


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Primero, una pequeña matriz fotosensible de electrodos se implanta en la retina. Después de recuperarse de la cirugía, el paciente comienza a usar gafas especiales con una cámara de video en miniatura que capta una escena visual.

Las señales de la cámara se envían a un pequeño ordenador que se puede llevar en un bolsillo. Las señales se envían a las gafas y se transmiten a una antena en el implante de retina, que emite pequeños pulsos de electricidad que pasan por alto los fotorreceptores dañados del ojo y estimulan las células restantes de la retina, que a su vez, transmiten la información visual a través del nervio óptico al cerebro, creando la percepción de patrones de luz.

"Después de la cirugía, los pacientes deben aprender a interpretar los patrones visuales de la luz con su implante de retina, es casi como aprender un nuevo idioma", dijeron los médicos intervinientes.

Cinco meses después de su cirugía, Torres recibió una actualización de software para su protésis. "Tuve la oportunidad de ver a mi mano, mi pierna, monedas en una mesa y la luz de la chimenea", dijo. "También puedo limpiar la mesa con una servilleta blanca y ver patrones contrastantes, como las rayas o las líneas -señaló Carmen- pero no puedo ver las caras, porque hay poca diferencia entre las áreas oscuras y claras".

El trabajo aún no termina. Ahora el equipo de biofísica del Bascom Palmer Institute desarrolló varias técnicas digitales para evaluar su visión y creó un software especial para ella, que se está probando y perfeccionando. 

Carmen también se reunirá con los desarrolladores del ojo biónico para aportar su experiencia y ayudar a mejorar el dispositivo.

¿Qué es la Retinosis Pigmentaria (RP)?

Es un grupo de enfermedades genéticas que causan la degeneración progresiva de la retina en ambos ojos. Los signos de la enfermedad suelen estar presentes en la juventud o en adultos jóvenes, pero pueden ocurrir a cualquier edad.

Los síntomas de la RP varían y pueden incluir ceguera nocturna en etapas tempranas de la enfermedad. Durante las etapas posteriores, los pacientes experimentan una pérdida progresiva de la visión periférica que conduce a la ceguera.

En EE.UU. hay alrededor de 100,000 personas afectadas por la RP, según inform el Bascom Palmer Institute.