Salud de las personas mayores

Ataques cardiacos: se reducen en un tercio en EE. UU.

| Foto: ISTOCK

Por HealthDay/HolaDoctor
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Desde mediados de los 90, el número de personas mayores que sufrieron un ataque cardiaco o fallecieron de uno se redujo de forma dramática, una evidencia de que las campañas para prevenir los ataques cardiacos y mejorar la atención de los pacientes están dando resultados, aseguraron investigadores de la Universidad de Yale.

El estudio de más de 4 millones de pacientes de Medicare encontró que las hospitalizaciones por ataque cardiaco se redujeron en un 38% entre 1995 y 2014. Al mismo tiempo, las muertes en un plazo de 30 días tras un ataque cardiaco alcanzaron un mínimo histórico de un 12 por ciento, una reducción de más de un tercio desde 1995.

"Es un proceso realmente asombroso", señaló el investigador líder, el Dr. Harlan Krumholz, profesor de cardiología.

El estudio observó a pacientes de Medicare porque las personas de a partir de 65 años de edad tienen el riesgo más alto de ataque cardiaco, y son quienes sufren hasta dos tercios de los mismos, apuntó.

El cambio resulta de importantes esfuerzos por cambiar los estilos de vida de las personas para reducir los ataques cardiacos, y también por mejorar la atención de los pacientes que sobreviven a uno, aseguró Krumholz.

Desde los 90, los Centros de Medicare y Medicaid de EE. UU., la Asociación Americana del Corazón (American Heart Association, AHA), el Colegio Americano de Cardiología (American College of Cardiology) y otras organizaciones han enfatizado la prevención.

Los esfuerzos se han enfocado en cambios en el estilo de vida, lo que incluye la adopción de unos hábitos alimentarios saludables y hacer más ejercicio. También han ayudado a los pacientes a reducir su presión arterial y colesterol, dos factores contribuyentes importantes al ataque cardiaco.

La atención hospitalaria también es mejor ahora que en los 90, dijo Krumholz. Los pacientes que llegan al hospital tras un ataque cardiaco son tratados ahora en cuestión de minutos, usando procedimientos para abrir las arterias bloqueadas, en lugar de las horas que se tardaba antes, anotó.

Y más pacientes dejan el hospital con recetas de antihipertensivos, aspirina y estatinas, que ayudan a prevenir otro ataque cardiaco.

Aunque los costos asociados con los ataques cardiacos han aumentado, prevenirlos y mejorar la supervivencia al final ahorra dinero en otros costos de atención de la salud, añadió Krumholz. Pero el panorama no es del todo positivo.

Algunos lugares han experimentado poco o ningún cambio en los ataques cardiacos desde los 90. Esas áreas necesitan una atención especial para mejorar el cuidado, planteó Krumholz.


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Además, la epidemia de obesidad, junto con el aumento asociado en la diabetes tipo 2, amenaza con socavar los avances reportados, añadió. Esto se debe a que la obesidad y la diabetes son factores de riesgo importantes de los ataques cardiacos, porque elevan la presión arterial y dañan a los vasos sanguíneos.

"No ha llegado el momento de descansar en nuestros laureles ni de darnos por satisfechos", dijo Krumholz. "Creemos que todavía es posible mejorar. Nos gustaría ver los ataques cardiacos relegados a la historia de la medicina".

Dr. John Osborne, experto voluntario en la Asociación Americana del Corazón, se mostró de acuerdo.

"Celebrar estos avances es maravilloso, pero todavía una persona muerte por enfermedad cardiovascular cada 38 segundos en EE. UU., y sigue siendo la principal causa de muerte de estadounidenses", lamentó. "[Se trata de] avances maravillosos en la guerra contra la enfermedad cardiaca, pero la guerra aún no ha terminado".

El Dr. Gregg Fonarow, vocero de la AHA, afirmó que queda mucho por hacer.

"La mayoría de los infartos de miocardio [ataques cardiacos] que siguen ocurriendo se podrían prevenir con una mejor implementación de las estrategias de prevención primarias y secundarias basadas en las evidencias", enfatizó Fonarow.

El informe aparece en la edición en línea del 15 de marzo de la revista JAMA Network Open.

Más información

Para más información sobre los ataques al corazón, visite la Asociación Americana del Corazón.