El cabello está hecho de proteína, y en la raíz de cada pelo hay una glándula sebácea. El aceite producido por esa glándula recubre el pelo y evita que se haga frágil.
Lavárselo con frecuencia, dicen algunos expertos, provoca la pérdida de este aceite y la consecuente resequedad del cabello. Esto lo puede volver quebradizo, sin sus defensas naturales contra la agresión de los agentes externos.
"Este aceite provee humectación y protección" explica en un artículo en WebMD Carolyn Goh, profesora asistente de medicina en la David Geffen School of Medicine en la Universidad de California en Los Ángeles.
Al parecer, la regla de no lavárselo más que un par de veces a la semana sólo no aplica en los siguientes casos, en los cuales conviene lavar el cabello a diario:
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- Los que tienen pelo muy fino
- Los que ejercitan (y transpiran) mucho
- Las personas que viven en zonas muy húmedas
Estos factores causan que el cuero cabelludo sea más grasoso, por lo cual se recomienda el lavado más frequente.
Fuentes: UCLA, Cleveland Clinic.
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