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De acuerdo con el medio The Daily Telegraph, el cantante Justin Bieber habría sido detenido junto con su equipo que lo acompaña en sus giras por un incidente con el personal de aduana del aeropuerto australiano.

El canadiense habría perdido los estribos cuando los agentes llevaban un control de revisión en donde, al parecer, encontraron restos de marihuana entre las pertenencias de una de las personas de su equipo.

Ante esto, Justin lanzó insultos que le valieron ser amonestado. Además se negó a quitarse el sombrero y las gafas de sol en la inspección.

Este tipo de hechos, según cuenta el medio de comunicación, le valieron al intérprete de “Boyfriend” para ser arrestado. Por su parte, el joven de 19 años trató de intimidar a las autoridades presumiendo su papel como celebridad a nivel mundial de la música.

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Este no es el primer escándalo del artista a su paso por Australia. Días antes fue criticado por pintar un graffiti en la pared de un hotel. De hecho fue instado por el alcalde de la ciudad de Gold Coast, Tom Tate, a limpiar “el desastre”.

Además, durante su paso por otros países el artista también ha dado de qué hablar. A su paso por Brasil fue captado saliendo de un burdel con prostitutas, mientras que en Argentina se le ocurrió “trapear” el escenario con una bandera del país sudamericano.

Ante eventos como estos, uno podría preguntarse: ¿hasta dónde va a llegar el chico con su conducta? Por el lado de la ciencia, parece ser que habría una posible explicación para su comportamiento. Según un trabajo publicado en la revista Science de julio de 2013 se encontró que la rebeldía de muchos jóvenes se debe a una reforma especial en el cerebro.

En el trabajo se encontró cómo la región más evolucionada del cerebro, la corteza prefrontal, encargada de las funciones intelectuales sufre modificaciones en el ADN de manera muy selectiva y dinámica  desde el desarrollo fetal hasta el final de la adolescencia, lo que daría pie a futuros problemas psiquiátricos.

Estas modificaciones son conocidas como “epigenéticas” ya que no cambian la información genética que es heredada de nuestros padres, pero determina cómo se manifestará, a través de marcas químicas que señalan que genes se activarán y cuales no. 

Uno de estos mecanismos genéticos epigenéticos es la mutilación del ADN que tiene lugar en las células del organismo pero que en las neuronas se lleva de una manera especial.

Según Manel Esteller, director del programa de Epigenética y Biología del Cáncer del Instituto de Investigaciones Biomédicas de Bellvitge, este mecanismo, puede tener que ver con la parte más rebelde de muchos jóvenes porque coincide con el momento en que están acabando de fijar los patrones de expresión génica.

Tras esta investigación, parte del comportamiento del canadiense podría quedar justificada ante la ciencia, pero ante la sociedad y sus fans, la impresión que ha dado deja mucho que desear.

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