Tratamientos y medicinas

Las maneras más seguras de detener el dolor

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Por Consumer Reports
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¿Está preocupado por las nuevas advertencias sobre los analgésicos? Lo que necesita saber para sentir alivio.



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Si abre el gabinete de medicamentos, su bolsa o su maletín, es muy probable que encuentre, por lo menos, un tipo de analgésico allí. Desde medicamentos de venta libre para los dolores de cabeza y esguinces hasta pastillas fuertes recetadas para controlar el dolor después de la cirugía, esos medicamentos se encuentran en todos lados.

De hecho, casi el 80% de los adultos dice que toma algún tipo de medicamento para el dolor, por lo menos, una vez a la semana.

Pero determinar qué analgésico necesitamos realmente y cómo utilizarlo, se ha vuelto cada vez más difícil. Hemos visto titulares alarmantes sobre muchos analgésicos, incluso algunos que usted consideraba inofensivos. En 2012, la Administración de Alimentos y Medicamentos (Food and Drug Administration, FDA) propuso que las etiquetas en los productos que contienen acetaminofeno, el ingrediente activo en Tylenol, llevaran advertencias más enérgicas indicando que el medicamento podría ocasionar un grave daño al hígado si los usuarios excedían la dosis máxima diaria recomendada.

Incluso antes de ese anuncio, el fabricante de Tylenol redujo la dosis máxima diaria en Extra Strength Tylenol de 4,000 miligramos a 3,000 miligramos; además, aumentó el intervalo de dosis de 4 a 6 horas, luego de informes de un aumento en las sobredosis accidentales.

Las noticias sobre los analgésicos de venta con receta son aún más preocupantes. Ya que las recetas médicas para los analgésicos fuertes como hidrocodona y oxicodona (Percocet, Vicodin, OxyContin y genérico) han aumentado en los últimos años; aumentó la cantidad de las visitas a la sala de emergencia y muertes debido al uso ilícito de esos medicamentos, conocidos como opioides.

Tres cuartos de las sobredosis con medicamentos de venta con receta (de las cuales el índice de muertes ha aumentado más del triple desde 1990) se atribuyen ahora a los analgésicos. También hay más evidencia de que esos medicamentos se han recetado cuando no existe una necesidad que lo justifique, incluso para afecciones como infecciones agudas y problemas del corazón.

A pesar de todo esto, la necesidad de los analgésicos es real. ¿Cuándo debería tratarse a sí mismo con medicamentos de venta libre (OTC)? ¿Cuándo se justifican las píldoras de venta con receta? Y, ¿cómo equilibra la necesidad de sentirse mejor con el temor a tomar un medicamento que podría ser adictivo? A continuación encontrará seis sugerencias que le ayudarán a seleccionar el mejor tratamiento.

1. No asuma que los medicamentos de venta libre son seguros

El acetaminofeno no es el único medicamento de venta sin receta que amerita precaución. Por ejemplo, hablemos de la aspirina. Ha estado disponible durante más de un siglo, pero “si se introdujera hoy en día, sería un medicamento de venta con receta”, dice John T. Farrar, M.D., Ph.D., un profesor asociado de epidemiología, neurología y anestesia en el Hospital de University of Pennsylvania en Philadelphia. Al igual que con otros medicamentos antiinflamatorios no esteroides, o NSAID, la aspirina bloquea los químicos en el cuerpo que activan el dolor y la inflamación. Sin embargo, también tiene un poderoso agente anticoagulante (por eso su uso en la prevención de infartos y ataques cerebrales), que hace que tenga más probabilidades que otros analgésicos de venta libre (OTC) de ocasionar sangrado gastrointestinal. Así que, a menos que su médico se la recete por una razón específica, sería mejor usar otro NSAID, como ibuprofeno (Advil, Motrin IB y genérico) o naproxeno (Aleve y genérico). Todos funcionan igual de bien contra el dolor de la artritis y otras causas.


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2. Evite el acetaminofeno si bebe alcohol con frecuencia

Incluso con el riesgo de una sobredosis, el acetaminofeno generalmente se considera seguro si se toma según las indicaciones. Pero esa ventaja desaparece cuando se involucra el alcohol. Vea la etiqueta de cualquier producto de acetaminofeno de venta libre (OTC) y verá una advertencia que indica que “puede ocurrir un daño grave al hígado” si ingiere tres o más bebidas alcohólicas al día mientras lo toma. Además, recuerde que el número se basa en los tamaños estándar de bebidas. Lo que muchos de nosotros nos servimos o nos sirven en un bar o restaurante puede ser mucho mayor.

3. No tome analgésicos opioides más tiempo del necesario

Como regla, debe considerar los opioides como hidrocodona y oxicodona solamente para situaciones de dolor agudo, después de una lesión o extracción de un diente, por ejemplo, o si tiene un dolor constante severo y no han funcionado otras opciones. Incluso entonces, busque la dosis más baja posible durante el tiempo más corto posible, ya que todos los opioides pueden ocasionar sedación, náusea, vómitos o estreñimiento y finalmente adicción.
No obstante, algunas investigaciones han indicado que solo cerca del 5% de las personas que toman opioides durante un año se vuelven adictas. Además, los períodos más cortos de uso parecieran tener un riesgo mucho menor de adicción. Por supuesto, existen otras razones para reducir su uso de medicamentos. No se ha establecido bien su seguridad durante períodos largos, y un estudio reciente determinó que el riesgo de desarrollar depresión aumenta significativamente cuando se utilizan opioides durante más de 90 días.

4. Tenga cuidado incluso con las píldoras de venta con receta no adictivas

Los NSAID de concentración de venta con receta son los agentes de primera línea para lo que se conoce como dolor nociceptivo, cuando una lesión como una cortada profunda o quemadura transmite dolor a las terminaciones nerviosas. Incluso en dosis relativamente altas, esos medicamentos no tienen un riesgo de dependencia. Los medicamentos recetados para el dolor relacionado ampliamente con los nervios debido a la diabetes o fibromialgia, tales como los antidepresivos antiguos, amitriptilina y nortriptilina, el antidepresivo más reciente duloxetina (Cymbalta y genérico) y el medicamento anti convulsivo de gabapentina (Neurontin y genérico), generalmente no crean hábito. Sin embargo, la duloxetina puede aumentar el riesgo de hemorragia si se utiliza con un NSAID o aspirina y dejar de usarlo puede ocasionar mareos, dolores de cabeza, insomnio y ansiedad. La gabapentina puede ocasionar incremento de peso, dolor de espalda o articulaciones, depresión o fatiga extrema. Los pensamientos suicidas pueden ser un efecto secundario de ambos medicamentos.

5. No combine el mismo tipo de analgésicos

Pero podría estar bien mezclar determinados tipos, opinan los expertos. Por ejemplo, digamos que tiene un fuerte dolor de cabeza y tomó Tylenol, pero el dolor no desaparece. Intente tomar una dosis de naproxeno. Los dos medicamentos funcionan de forma diferente y tienen diferentes efectos secundarios, de manera que no duplicará las posibilidades de riesgos al combinarlos. Pero evite mezclar dos medicamentos del mismo tipo, como tomar ibuprofeno cuando ya tomó el medicamento similar naproxeno.

6. Siempre lea la etiqueta

Es posible que no sea evidente por el nombre del empaque qué medicamentos contiene un producto. Por ejemplo, es posible que no se dé cuenta que cientos de los medicamentos para la gripe y sinusitis de venta libre contienen un analgésico y un ingrediente para bajar la fiebre, generalmente acetaminofeno, además de un descongestionante. Por lo tanto, si toma un producto para la gripe y la sinusitis y luego toma Tylenol PM (que contiene acetaminofeno además de un antihistamínico para inducir el sueño) para ayudarle a dormir, es posible que exceda el límite diario de acetaminofeno.

Para leer el informe completo, visite Consumer Reports

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