Medicina homeopática, ¿sí o no?

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Por julioguzbra@hotmail.com
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Su uso es cada vez más cuestionado. Para algunos la homeopatía es esperanza de sanación; para otros, sus preparaciones no solo carecen de evidencia científica sino que pueden ser peligrosos para la salud.



El término homeopatía se deriva de las palabras "homeo" (similar) y "pathos" (enfermedad). Surgió a finales de 1700 y se basa en la creencia que los síntomas de la enfermedad pueden curarse mediante pequeñas dosis que producen síntomas similares en las personas sanas.

Según la Ley Federal de Alimentos, Medicamentos y Cosméticos, las normas y fármacos que ofrece la medicina homeopática en los Estados Unidos son reconocidos como legales, (secciones 201 g y 501 b). 

En parte se debe a que en los últimos años esta rama de la medicina alternativa ha crecido al grado de convertirse en una industria que genera millones de dólares en el país.

Mediante pequeñas bolitas o “chochitos”, promete tratar algunos problemas como infecciones respiratorias agudas, infecciones intestinales, de vías urinarias, úlceras, gastritis y duodenitis, así como hipertensión arterial, conjuntivitis, varicela, asma, neumonías hasta bronconeumonías.

Al no contener preparados químicos los fármacos homeopáticos no tendrían efectos tóxicos. Esto favorecería a personas alérgicas a ciertos medicamentos y a quienes padecen enfermedades que no responden al tratamiento convencional, siempre y cuando estén en manos de un profesional.

"Cada vez son más las personas que se inclinan por la medicina alternativa", comentó a HolaDoctor el especialista en homeopatía Juan Salazar. "La OMS (Organización Mundial de Salud) estima que del 60 al 80% de la población mundial la emplea".

Para los practicantes, esta rama de la medicina alternativa no cura los síntomas, sino que restablece la energía generando un equilibrio entre el individuo y la naturaleza. Sin embargo, a pesar de las posibles bondades, hay puntos que varios críticos sugieren revisar.

Según el Dr. Edgar Villaseñor Ibarra, médico cirujano del Instituto Nacional de Rehabilitación de México, al no tener una base médica, la homeopatía podría poner en riesgo al paciente, en especial si se encuentra en el tratamiento contra una afección crónica degenerativa.

“No podemos utilizar cualquier tipo de medicamentos, no hay una ficha médica que sugiera que enfermedades como la diabetes o el cáncer deban regularse con medicina homeopática. Tampoco habría una relación entre ésta, el lupus y la artritis, ya que no cuenta con fuerza de inmunosupresión”, comentó a HolaDoctor

Sin embargo, la ley en esta materia es clara dentro de EU. Para los casos de enfermedades graves deben ser dispensados bajo el cuidado de un médico con licencia.

Por otro lado, todo apuntaría a que el efecto placebo, la capacidad de sanación sin agentes externos, jugaría un papel decisivo en la terapia.

“La participación de este efecto es muy grande, es algo en el que influye también la participación emocional que no incluye a la medicina alópata”, agrega Villaseñor. “El uso de plantas y recursos naturales en su preparación influiría, aunque sólo contiene concentraciones muy mínimas”.

En contraste, Salazar argumentó que la terapia tiene su efecto ya que va dirigido según las necesidades de cada paciente. "El tratamiento es individualizado, se enfoca más hacia los síntomas que a la propia enfermedad", comentó.

Homeopatía y la FDA

Aunque se instauró en 1844 el American Institute of Homeopathy, fue hasta 1938 que la Administración de Drogas y Alimentos (FDA) aprobó el uso de sus medicamentos, bajo el concepto de Farmacopea Homeopática de los Estados Unidos. (HPCUS, por sus siglas en inglés).


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A partir de entonces el monitoreo de estos productos ha sido constante. Sólo desde el 2009 a la fecha, la administración ha emitido casi 40 cartas de advertencia sobre la seguridad de distintos productos homeopáticos, informó Cynthia Schedar, directora de la Oficina de Cumplimiento del Centro de Evaluación e Investigación de Medicamentos de la FDA. 

En tanto, en ese mismo año la FDA emitió una advertencia tras recibir 130 reportes de pacientes que perdieron el olfato luego de utilizar un producto de Zicam, un aerosol homeopático para combatir la gripe que contiene cinc.

Un año después, se solicitó el retiro de tabletas homeopáticas para la dentición Hyland, las cuales provocaron en bebés signos de envenenamiento a causa de belladona, uno de los ingredientes activos del producto que puede llegar a ser fatal.

En 2015, la administración exhortó a las personas asmáticas a abstenerse de tratar con productos homeopáticos para esta enfermedad debido a que no han sido evaluados en cuanto a seguridad y efectividad.

En febrero de 2016, dentro de la Ley Federal de Alimentos, Medicamentos y Cosméticos se establecieron nuevos lineamientos sobre la venta y etiquetado de los medicamentos, los cuales deben apegarse a los requisitos de la Farmacopea de Estados Unidos. 

Entre ellos se encuentra incluir el nombre y lugar del negocio del fabricante, envasador o distribuidor; declarar por completo los ingredientes, las instrucciones de uso, tamaño del envase; deben estar in idioma inglés con declaración de dosificación y la leyenda de prescripción, así como otros requisitos generales de etiquetado.

Sin sustento científico

A diferencia de los medicamentos de venta libre de las farmacias, los productos homeopáticos no pasan por el mismo filtro de regulación, lo que deja en duda su efectividad y expondría la salud de los pacientes por sus componentes, considera la Dra. Adriane Fugh-Berman, profesora asociada de farmacología y fisiología en el Centro Médico de la Universidad de Georgetown.

“Los remedios homeopáticos no solo no se someten a ninguna de las revisiones de la FDA de las que son sujeto los medicamentos convencionales, sino que ni siquiera se les regula al grado en que se regulan los suplementos alimenticios”, comenta.

La falta de contundencia ha llevado a que en otros países se tomen medidas severas. En 2014, el Consejo Nacional de Investigación en Salud y Medicina de Australia decidió rechazar cualquier tipo de este tratamiento.

Por otra parte, en Reino Unido, algunos sistemas públicos de salud poco a poco han ido retirando este tipo de terapia ante informes del ministerio de Sanidad y estudios que también concuerdan en su falta de eficacia.

A pesar de los puntos negativos, algunos médicos sugieren seguir con esta clase de terapia, siempre y cuando no atente con la vida del paciente. “Si hay pacientes que aseguran sentir mejoras con este tratamiento en problemas mínimos no tengo inconvenientes, aunque sí sugiero que todo vaya de la mano de la supervisión médica profesional”, agregó Villaseñor.

En tanto, Salazar sugirió no tomar el tratamiento en caso que no se confíe en él. "Cada quién es libre de elegir la medicina que más le convenga, al final el objetivo de ésta se enfoca en buscar la sanación".

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