Entre los más de 54 millones de adultos hispanos que viven en Estados Unidos, a los que peor les va es a los puertorriqueños respecto a las enfermedades físicas y mentales, según una nueva revisión de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC).
Los puertorriqueños no solo tendrían peor salud que los estadounidenses no hispanos, sino que "también resultaron en general más propensos a tener una peor salud en comparación con otros subgrupos de hispanos", dice el informe de los CDC de EE. UU.
La conclusión se basa en un sondeo del gobierno federal sobre la salud de los estadounidenses, de 2010-2014. Un equipo dirigido por Jacqueline Lucas, del Centro Nacional de Estadísticas de Salud (NCHS) de los CDC, observó la salud de cuatro subgrupos de hispanos: los puertorriqueños y los estadounidenses de ascendencia cubana, mexicana o de Centro y Sudamérica.
Salud entre regular y mala
En general, como grupo, los adultos hispanos tendieron a reportar "una salud regular o mala" con más frecuencia que sus pares estadounidenses no hispanos, con alrededor de un 17 y un 12 por ciento, respectivamente.
Pero emergieron diferencias significativas cuando el equipo de los CDC observó a subgrupos específicos de estadounidenses hispanos.
Los puertorriqueños parecían ser los que peor salud tenían. Poco más del 19 por ciento de los puertorriqueños encuestados dijeron que tenían una salud entre regular y mala. Esa cifra bajó a un 17 por ciento entre los estadounidenses de origen mexicano, a un 15 por ciento entre los estadounidenses de origen cubano, y a un 12 por ciento entre los que tenían ascendencia de Centro y Sudamérica.
El porcentaje de puertorriqueños que se enfrentaban a afecciones crónicas múltiples (males como la enfermedad cardiaca, la diabetes, el asma o la artritis) también fue mucho más alto.
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Por ejemplo, mientras que alrededor del 17 por ciento de los encuestados de ascendencia de Centro o Sudamérica dijeron que tenían afecciones múltiples, esa cifra aumentó a más de un 27 por ciento entre los puertorriqueños, según los hallazgos.
Los puertorriqueños también eran más propensos a decir que los problemas de salud habían afectado su capacidad de trabajar, en comparación con las personas de otros subgrupos de hispanos.
Los problemas de salud mental también fueron más frecuentes entre los puertorriqueños: el 6 por ciento dijeron que habían experimentado alguna forma de "malestar psicológico grave" en el mes anterior, frente a un 3 por ciento de los adultos de Centro o Sudamérica.
Según Lucas y sus colaboradores, los hallazgos subrayan el hecho de que los hispanos de EE. UU. no son un solo grupo, sobre todo cuando se trata de la salud.
"Aunque la población de hispanos de Estados Unidos comparte un idioma común, hay una variación considerable entre los subgrupos" respecto a la cultura, la economía e incluso las actitudes con respecto a la búsqueda de atención sanitaria, escribieron los investigadores.
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