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Una nueva polémica se ha desatado en torno a la cantante Beyoncé. Y es que, en una entrevista, la comediante Lily Tomlin aseguró que la artista se encarga de “vender sexo a los adolescentes” a través de sus canciones.

“Ella es una mujer muy popular y está casada con un hombre muy poderoso, pero todavía vende sexo”, explicó la artista al portal TooFab.

Aunque este tipo de declaraciones le pueda costar la enemistad de la intérprete de “Crazy in Love” y pueda convertirse en un blanco de ataques, la comediante señaló que no tiene ningún problema con la originaria de Texas, pero aclara que su música tiene un mensaje muy claro.

“¡Ella me gusta! ¡No me disgusta ella! Pero no le presto ninguna atención porque, quiero decir, ella es increíblemente hermosa, pero ya sabes, es muy sugerente. Si yo tuviera 10 años, trataría de imitarla como la mayoría de las niñas de 10 años lo hacen”, agregó Tomlin.

En los últimos años, Beyoncé se ha consagrado como una de las artistas más sensuales y deseadas por los caballeros. El pasado mes de marzo estrenó su video "Partition", el cual causó polémica debido a la cantidad de imágenes explícitas que éste contenía.

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Frente a esta situación habría que analizar la capacidad de influencia que podría tener la música sobre los niños y adolescentes.

De acuerdo con la Kaiser Family Foundation, “si un adolescente se encuentra obstinadamente embebido en música que contiene temas peligrosamente destructivos y presenta cambios en su comportamiento (tales como aislamiento, depresión, abuso de alcohol u otras drogas), se debería considerar una evaluación por parte de un profesional calificado en salud mental”.

Sobre las posibilidades de que alguien que escuche su música o vea sus videos, pueda ser influenciado, un estudio publicado por la revista Pediatrics titulado: “La exposición a letras de canciones denigrantes vs las no denigrantes y el comportamiento sexual entre jóvenes” considera que los adolescentes que escuchan este tipo de contenidos son más propensos a involucrarse en comportamientos sexuales de alto riesgo.

Según la investigación, las letras denigrantes tienden a deshumanizar a ambos sexos, representando a los hombres como impulsados siempre por el sexo y a las mujeres como objetos sexuales.

En el caso de Beyoncé, algunos de sus temas, como el ya mencionado, hacen alusión al erotismo y la sensualidad.

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