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Según el informe de la Sociedad Internacional de Cirugía Estética (ISAPS), Alemania es el país donde se han realizado mayor cantidad de faloplastias o cirugías para agrandar el pene en 2013, con 2,786 intervenciones. La entidad estima que en el mundo se hacen 15,414 operaciones de este tipo, donde 1 de cada 5 pacientes proviene de este país europeo. 

La tendencia no es nueva, ya que en 2011, el presidente de la Asociación Alemana de Cirugía Plástica Estética declaró que la faloplastia ocupaba el séptimo lugar entre las más requeridas. 

Según informa el Centro Alemán de Urología y Falopastia (GCUPS), que reporta haber hecho más de 6,000 intervenciones, es posible alargar el miembro sexual masculino entre 2 y 2,3 “ puñgadas (5 a 6 cm) y también aumentar el grosor unas 0,8 a 1,2” pulgadas (2 a 3 cm), ya sea en estado de flaccidez o de erección. 

La operación es ambulatoria, dura unos 80 minutos y se realiza bajo anestesia local, no deja cicatrices visibles, tiene bajo riesgo quirúrgico y cuesta alrededor de $ 12,830 dólares (9,600 euros) que incluyen materiales y costos extra. 

El GCUPS cuenta con sucursales en Italia y España, y satisface el creciente aumento de “turismo cosmético”, donde los viajeros de diversos puntos de Europa viajan  para modificar cuestiones relacionadas con la proporción de su miembro viril. Muchas veces la disconformidad no solo afecta el normal desempeño de su vida sexual, sino que también influye en el carácter y otros aspectos de la vida en general. 

¿En qué consiste la operación?

El pene tiene una sección llamada cuerpo, que es la parte externa o visible, y una sección interna, pero la proporción de ambas en tamaño es de 50/50. Para alargar la parte visible se realiza una pequeña incisión de unos 3 cm en la zona del vello púbico, y luego se procede a reestructurar los ligamentos internos frontales del pene, para aumentar la longitud de la parte externa.

Los ligamentos traseros - encargados de mantener la estabilidad - quedan intactos, al igual que la raíz del pene o área de la uretra, donde hay gran cantidad de vasos sanguíneos y nervios. Cabe recordar que no se realizan incisiones en el pene propiamente dicho y que la longitud lograda depende del ángulo y punto de implantación del miembro en la pelvis. La piel que recubre el pene y el escroto tiene una superficie adecuada como para cubrir la nueva zona que quedará expuesta, por eso no es necesario realizar injertos. 

En el procedimiento de ensanchamiento, se inserta tejido graso del propio paciente, que se extrae de la zona del muslo, y se sutura con técnicas y materiales específicamente diseñados para tal fin, sin utilizar tejido foráneo como siliconas u otros similares. Este centro estético informa que hay otras técnicas que proponen inyectar tejido graso del propio paciente directamente en el cuerpo del pene, pero el resultado es temporal, ya que se estima que en unos 6 meses el organismo reabsorberá esa grasa y el pene recuperará su grosor original. 

El tamaño ¿importa? 

Un estudio conducido por la Universidad de Ottawa, en Canadá, demostró que las mujeres consideran más atractivos a los hombres con un pene de mayor longitud. Según el tamaño de condones fabricados en la Unión Europea, el promedio del pene erecto es de 6,4” pulgadas (16,5 cm), por eso las personas que están muy lejos de esos valores pueden verse tentadas de recurrir a este tipo de cirugías. 

De todos modos, los expertos recomiendan acudir solo a centros especializados, y no gastar tiempo y dinero en soluciones ficticias o falsas promesas que pueden poner en riesgo la salud, sin lograr esa solución tan ansiada. 

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