Cerebro y sistema nervioso

Los sueños: un camino para llegar a nuestros deseos ocultos

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Por vwolman@holadoctor.net
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Lejos de ser un momento de reposo, el sueño es un momento altamente productivo psíquicamente, un tiempo de gran actividad cerebral, en el que se abre un mundo al que durante el día despierto es mucho más difícil llegar.





Muchas veces sucede que recordamos lo que soñamos y otras veces no. Los psicólogos y psiquiatras que trabajan sobre la interpretación de los sueños escuchan y analizan eso que recordamos intentando encontrar una relación entre ese material y la vida afectiva del paciente. 

Sigmund Freud, el psiquiatra austríaco creador del psicoanálisis, fue el primero que allá por el año 1900 hizo de la interpretación de los sueños una herramienta terapéutica de acceso al material más profundo y reprimido de nuestro aparato psíquico. 

El objetivo de Freud con respecto a los sueños, era encontrar la forma de analizarlos, herencia del Romanticismo, que se alejara del pensamiento místico y se acercara a un abordaje científico y objetivo. 

"El sueño para el psicoanálisis es un mensaje a descifrar. Lo que intentamos descubrir es un deseo inconsciente que durante el día la barrera de la represión intenta ocultar. Con el sueño, las defensas ceden y nuestro inconsciente se puede manifestar más libremente", explica el médico psicoanalista argentino Daniel Navarro. 

La teoría de interpretación de los sueños que conocemos popularmente relaciona algún elemento del sueño con un significado en una interpretación más bien lineal. 

Para la creencia popular, existe una especie de "diccionario del sueño" con una lista de situaciones oníricas y su correspondiente interpretación, como por ejemplo, soñar con agua significa paz espiritualidad, estas interpretaciones en general están relacionadas al sentido común, la forma y significado del objeto, por ejemplo soñar con serpientes puede tener contenido erótico, y para algunos, también relación con la astrología 

"Anteriormente existía una simbología de los sueños, que tenía un glosario de imágenes y sus correspondientes significado, pero lo que los terapeutas intentamos es que el paciente le dé el significado a su sueño en relación a su historia y a sus deseos. Es decir, el significado de un sueño es único en cuanto a que representa algo individual de ese paciente", agrega Navarro, quien trata pacientes en su consultorio y en hospital psiquiátrico hace más de 20 años. 

Un sueño, tal como lo recordamos, es el resultado de un proceso complejo que empieza en los deseos reprimidos y termina en una serie de imágenes sin mucha relación con la realidad que son en verdad una forma disfrazada de estos deseos ocultos. 


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Al relato del sueño, tal como lo recuerda el soñador, se lo conoce como contenido manifiesto, que en general incluyen lo que se llama restos diurnos, que son cosas que han sucedido en el tiempo y que quedan como detalles. Pero el sueño en sí mismo es el resultado de un proceso de transformación de las ideas latentes, que se lo conoce como "elaboración onírica o elaboración del sueño". 

Esta elaboración transforma las ideas y los deseos en imágenes visuales y construye una trama o argumento dramático que es lo que la persona recuerda. "Hay circunstancias generales, por ejemplo en el caso de los sueños traumáticos. Las personas que han sufrido un trauma muchas veces durante el sueño revive la escena traumática y de esa manera libera la energía y elabora ese trauma. Esos serian sueños de elaboración", agrega. 

Para determinar el contenido de un sueño, se usa lo que el paciente dice y la forma en que eso que aparece en el sueño se relaciona con su historia. 

"Cuando el paciente no se le ocurre nada, el terapeuta empieza a tirar lineas de interpretación para ver si alguna resuena en la psiquis del paciente. Siempre es el paciente y no la simbología, el que marca el camino de la interpretación de un sueño", asegura el especialista. 

Para Freud, nuestro aparato psíquico está formado por tres compartimientos: el super yo, que sería el conjunto de normas y patrones que nos han inculcado nuestros antepasados y los ideales a los que aspiramos, el ello, que sería el conjunto de deseos reprimidos que empujan por salir y el yo, que sería nuestro ser consciente y el que de alguna forma equilibra aquellos dos, toma las decisiones del día a día y maneja los sentimientos conscientes. 

El estudio de los sueños ocupa una posición especial en el psicoanálisis. En ningún otro fenómeno de la vida psíquica normal se revelan con tanta claridad y en forma tan accesible para poder estudiar los procesos mentales inconscientes.