Cerrar

A los 26 años, la cantante representa una nueva generación de músicos. También es un modelo para muchas jóvenes que están encantadas por su talento, su elegancia y su sentido común, muy lejos de las extravagancias de muchas de sus congéneres musicales. 

Le gusta llevar un estilo de vida saludable, pero según confiesa, no hace ejercicio para mantenerse en forma sino para sentirse mejor y tener más resistencia y aire en los shows. Aunque a veces reconoce que es muy indulgente con ella misma y no ejercita lo que debería. 

A Taylor le encanta correr, pero como no tiene mucho tiempo de hacerlo al aire libre, usa una cinta que tiene en su casa una hora al día, que también transporta en el autobús cuando sale de gira. “Es la manera de llevar el ejercicio conmigo”, dice. 

Los días de semana trata de comer sano, ensaladas, yogures y sándwiches, sin bebidas azucaradas. Los fines de semana se permite alguna “comfort food” que puede llegar a ser hamburguesa con papas fritas, helado o galletitas caseras, o cualquier otra cosa hecha al horno, ya que le gusta mucho cocinar este tipo de “golosinas”. Si pasa por un Starbucks, elige un latte de vainilla o con sabor a calabaza con especias. Nunca deja de lado sus amores, como lo es para ella la conocida cadena de cafeterías. 

La joven tiene algunas reglas que orientan su vida, y hay tres de ellas que tienen mucho que ver con la dieta y el ejercicio: 

• Deja de lado los juicios y apreciaciones. Cuando entrena, la cantante dice tener una alerta interna que le avisa lo que está bien o no, lo que es excesivo o no. Y la respeta sin dudar.
• Echale agua. Sus amigos dicen que es un “alien” por la cantidad de agua que bebe. De hecho, siempre lleva una botella con ella, y por si no le alcanza, tiene otra de repuesto en el auto. 
• Busca tu ritmo. Para su rutina diaria de ejercicios, no hay nada mejor que usar las canciones que a uno le gustan para mantenerse en movimiento. A ella solo le gusta correr, y es tal vez porque lo hace escuchando música.