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El cólera es una infección diarreica aguda que puede matar en cuestión de horas si no se trata. De acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el cólera infecta a entre 3 y 5 millones de personas cada año, y la deshidratación severa que causa le cuesta a la vida a 120,000 personas.

Los hallazgos publicados en Plos Neglected Tropical Diseases, indican que tanto la actividad de los genes como la producción de la toxina del cólera en sí aumentan cuando la bacteria se alimenta con glucosa, pero se reduce considerablemente cuando se usa almidón de arroz.

Los autores del trabajo, Melanie Blokesch y Andrea Rinaldo, refieren que si bien la terapia de rehidratación oral ha demostrado reducir el número de muertes por cólera, existe la preocupación de que el uso de la glucosa en la mezcla de rehidratación en realidad pueda agravar la enfermedad al incrementar la expresión de los genes que hacen que sea tóxica.

Dicha conclusión se desprende de un estudio para determinar cómo afectaba a los genes de la toxina del cólera y cómo actuaba la bacteria de la enfermedad con diferentes azúcares (por ejemplo glucosa, sacarosa), almidón de patatas y arroz.

"Aunque la explicación para esto es complicado, una de las razones es que el tipo de azúcar disponible para la bacteria afecta a los mecanismos que regulan la actividad de sus genes productores de toxinas. En última instancia, este efecto influye en la capacidad de la bacteria para infectar a los seres humanos", precisó Melanie Blokesch.

"Si utiliza una solución de rehidratación oral a base de arroz en lugar de la solución estándar de rehidratación oral a base de glucosa, lo que se ha observado en estudios de campo es que hay 10% menos de volumen de heces y la duración de la enfermedad es 10% menor", añadió.

"Por supuesto, no estamos diciendo que se deje de hacer la terapia de rehidratación oral con glucosa de inmediato, ya que funciona muy bien. Pero los datos sugieren que el régimen se puede mejorar de manera significativa, y que la comunidad debe comenzar a discutir esta posibilidad, especialmente en las áreas endémicas de cólera", concluyó la investigadora.

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) destacan que el cólera es raro en los EE.UU. y se puede contraer si se viaja a otras partes del mundo donde el agua no tiene un tratamiento adecuado, el saneamiento es deficiente y no hay un tratamiento correcto de aguas residuales. Los brotes pueden suceder después de desastres naturales y la bacteria se encuentra en el agua o alimentos contaminados por heces (materia fecal).

A menudo la infección es leve o sin síntomas, pero a veces puede ser grave. Los síntomas graves incluyen diarrea acuosa profusa, vómitos y calambres en las piernas. En casos severos, la pérdida rápida de líquidos corporales lleva a la deshidratación y shock. Sin tratamiento, el cólera puede producir la muerte de una persona en cuestión de horas.

Los médicos diagnostican el cólera con una muestra de materia fecal o hisopado rectal. El tratamiento incluye el reemplazo de líquidos y sales y, a veces, antibióticos.

Cualquiera que piense que puede estar infectado con la bacteria del cólera deberá buscar atención médica inmediatamente. La deshidratación puede ser rápida, lo que hace que el reemplazo de líquidos sea esencial.

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