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La personalidad de una madre puede afectar si decide amamantar o no, según un estudio reciente.

Las mujeres introvertidas se sentían más cohibidas sobre la lactancia en presencia de otras personas, y eran más propensas a alimentar con fórmula porque otras personas querían que así lo hicieran, señaló la autora del estudio, Amy Brown, de la Universidad de Swansea, en Gales. Las madres ansiosas pensaban que amamantar era más difícil, y sentían que no podían obtener el respaldo que necesitaban.

El estudio, que aparece en la edición reciente de la revista Journal of Advanced Nursing, sugiere que las nuevas madres que son introvertidas o que están ansiosas quizás necesiten un respaldo y una educación adicionales para ayudarlas a sentirse confiadas, seguras de sí mismas e informadas sobre la lactancia.

"El mensaje importante de los hallazgos es que algunas madres podrían enfrentarse a más desafíos para la lactancia, según su personalidad general", apuntó Brown en un comunicado de prensa de la revista. "Aunque quizás deseen amamantar, las madres más introvertidas o ansiosas podrían necesitar un mayor respaldo para aumentar su confianza y para aprender a resolver los problemas, y quizás necesiten ánimos para asegurar que accedan a los servicios disponibles de respaldo de la lactancia".

Lactancia e inteligencia

La lactancia materna beneficia la salud tanto de la madre como del bebé. Los bebés amamantados tienen unas tasas más bajas de infecciones y alergias, y es menos probable que tengan sobrepeso. Las investigaciones recientes sugieren que también podrían tener un coeficiente intelectual (CI) más elevado en los primeros años de la escuela, en comparación con los niños que no fueron amamantados. Las madres que amamantan también tienen menos probabilidades de desarrollar ciertos tipos de cáncer, según el comunicado de prensa.

Los introvertidos tienden a ser personas más encerradas en sí mismas, mientras que los extravertidos son considerados como abiertos y sociales.