En su viaje a Bolivia, el Papa Francisco llevará a su boca algo que suena a prohibido pero que en ese país es una costumbre extendida. El Ministro de Cultura Marko Machicao aseguró los medios que el pontífice pidió masticar hojas de coca cuando los visite. Aunque cuestionado, el hábito difiere del consumo de cocaína. ¿Qué hay detrás del rito y qué efecto produce en quienes lo practican?
Las autoridades del país trasandino ofrecieron al Papa Francisco la alternativa de tomar un “tea coca” o té de coca, la tradicional infusión de hojas de coca que mitiga los efectos de las alturas para quienes no están acostumbrados y se “apunan”, pues Bolivia se encuentra a 4,000 metros de altura sobre el nivel del mar.
Pero el Santo Padre "ha pedido específicamente que quiere hacer el masticado de coca" -aseguró el ministro Machicao- durante su visita a Bolivia del 8 al 10 de julio.
El mascado de hojas de la planta de coca o "acullicu" es un hábito cultural arraigado en casi toda la población del país andino, y se consume para mitigar los efectos producidos por la gran altura, entre otros beneficios.
La hoja de coca también es defendida en la Constitución Nacional de Bolivia desde el año 2009, donde se la consume en infusiones, refrescos energéticos, caramelos, harinas y hasta ungüentos. El propio Presidente de ese país, Evo Morales, es líder de un sindicato de productores de coca.
Tan importante es esa costumbre que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) reconoció en 2013 como legal el tradicional mascado de hojas de coca en el país, que estaba prohibido desde 1961, pero mantienen vetado el comercio internacional del producto con el argumento de que la planta contiene los alcaloides con los que se fabrica la cocaína.
Gracias a la aceptación del "acullicu" Bolivia reaccederá a la participar en Convención Única de Estupefacientes de la ONU en Viena en 2015, algo que tenía vetado desde 1961.
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Hoja de coca Vs. cocaína
Cuando se mastica, la hoja de coca actúa como un estimulante ligero y ayuda a combatir el hambre, la sed, el dolor y el cansancio. También ayuda a superar el mal de las alturas, de ahí que las comunidades pobres, indígenas y trabajadores rurales de Bolivia, Perú y el norte de Argentina, recurran a esta práctica.
Cada día, millones de personas en los Andes mastican hoja de coca y beben mate de coca sin experimentar ningún problema. De hecho, las culturas indígenas consideran que se trata de una práctica sagrada, refiere Transnacional Institute, una red mundial de investigadores de estupefacientes.
¿Cuál es la relación entre coca y cocaína? Aunque la hoja de coca en su forma natural es un estimulante inofensivo, comparable al café, es indudable de que de ella se puede extraer cocaína. Sin coca, no habría cocaína, y eso es lo que preocupa a las Naciones Unidas, ya que el organismo advierte que Bolivia la cultiva en forma excesiva, y se sabe que una gran parte va a parar al narcotráfico.
El contenido del alcaloide cocaína en la hoja de coca, oscila entre el 0,5 y el 1,0%.
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